EL COMENTARIO DE HOY 29 DE DICIEMBRE, 2015

Como mencionamos hace sólo unos días, Miahuatlán de Porfirio Díaz, ha vuelto a ser como en la década de los sesentas, un pueblo sin ley. El asesinato del abogado UZIEL LÓPEZ ALTAMIRANO, apenas anoche en Avenida Universidad y las graves heridas que le infringieron a su pareja, MARÍA DEL SOCORRO HERNÁNDEZ GUERRERO, implican que el baño de sangre por motivos políticos –o de otra naturaleza- continúan. Si bien es cierto que los móviles aún están por esclarecerse, la ejecución de al menos tres personas sólo en el mes de diciembre apuntan a que dicha población requiere la atención urgente del gobierno federal.

Se sabe que la creación de la Zona Militar en la referida población de la Sierra Sur fue para paliar el crecimiento de la guerrilla que en la década de los noventa apareció en la zona de los Loxichas, también es cierto que lejos de otorgar seguridad a los habitantes, tal parece que ha servido de pantalla para proteger cultivos ilícitos y operaciones de lavado de dinero. Como en Tamaulipas, Michoacán, Sinaloa o Guerrero, el flujo de dinero y operaciones criminales se dan a la vista de todos. El crecimiento de negocios con fortunas desconocidas es un secreto a voces.

La ola de asesinatos a los que hacemos referencia no es algo fortuito. Es evidente que obedecen a un móvil, que no son precisamente cuestiones pasionales. Hace días fue asesinado el Regidor de Mercados, SILVINO REYES, frente a su domicilio y teniendo como testigos a su esposa y su hija pequeña. A los dos días fue ejecutado en su negocio, MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS, originario presuntamente del Distrito Federal, pero avecindado en Miahuatlán. Dichos ilícitos han sido cometidos por sicarios profesionales, como es el ocurrido en Avenida Universidad.

¿Será porque al menos UZIEL y SILVINO querrían la presidencia municipal que hoy detenta MEDARDO REYES, un trapecista que ha ocupado el cargo para enriquecerse él y su familia? Mientras el baño de sangre continúa, Miahuatlán sigue sumergido en el abandono, la corrupción  y el valemadrismo. (JPA)

Uziel López Altamirano, posando al lado de Freddy Gil