Coordenada 21 

Los partidos políticos. Por Samael Hernández Ruiz

En este artículo y en los subsecuentes, me ocuparé del tema que en estos meses seguramente será de interés de muchos oaxaqueños: las elecciones del 2016.

Lo haré de manera simple, no porque el lector requiera de algún tipo de auxilio didáctico, sino porque yo mismo soy uno de los muchos ciudadanos que no entiende bien el complejo sistema electoral de nuestro estado, que a su vez forma parte del sistema electoral del país.

Se trata entonces de presentarle al lector mis muchas y elementales dudas y la manera como voy comprendiendo las cosas, agregando, de vez en cuando, mi opinión, misma que puede compartir o no; pero que tal vez le lleve a querer profundizar sobre algunos temas.

Comenzaré por decir algo acerca de los partidos políticos, cuya definición general podría ser: un grupo organizado de personas que comparten objetivos y opiniones políticas semejantes y que buscan influir en las políticas públicas mediante la elección de sus candidatos para cargos públicos.

Parecería buena definición pero el Instituto Nacional Electoral (INE), define a los partidos de manera un tanto diferente:

“Los partidos políticos son entidades de interés público que tienen como fin promover la participación de los ciudadanos en la vida democrática, contribuir a la integración de la representación nacional y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, principios e ideas que postulan y mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo.” (http://www.ine.mx/archivos3/portal/historico/contenido/Informacion_de_los_Partidos_Politicos/ )

Lo primero que se puede observar cuando compara uno las dos definiciones, es que la del INE, no comienza diciendo que un partido es un grupo de personas…, sino que es una entidad; es decir una institución y sólo en la segunda parte de su definición afirma que los partidos son organizaciones de personas.

Al definir a los partidos políticos como instituciones de interés público, el Estado mexicano adquiere la obligación de mantenerlos, por eso les otorga dinero de nuestros impuestos, con tal que funcionen como partidos en su calidad de instituciones o entidades de interés público.

Como instituciones, los partidos tienen como fin:

  • Promover la participación de los ciudadanos en la vida democrática y
  • Contribuir a la integración de la representación nacional.

Si evaluamos a los partidos como instituciones a partir de estas dos funciones que se les asignan, no saldrían bien librados.

En Oaxaca, la participación de los ciudadanos en los procesos electorales va a la baja. En la última elección federal sólo participó el 36.3% del listado nominal (todos los ciudadanos con credencial para votar), que suma un total de 2,721,235, en este año.

Alguien podría decir: los ciudadanos no tienen interés y no ejercen su derecho, por tanto, que no vayan a votar no es culpa de los partidos. Bueno, visto así no es culpa de nadie; pero lo cierto es que la oferta de los partidos no entusiasma a un buen número de personas y por otra parte, es su tarea promover la participación, y la mejor manera es hacerlo es con ofertas atractivas.

Si ahora consideramos la función de contribuir a la integración de la representación nacional, observamos que muchos mexicanos no están de acuerdo con los candidatos que postulan los partidos para los diferentes cargos; tanto, que han surgido los llamados candidatos independientes, es decir, que no son postulados por ningún partido.

Me pregunto si esta primera parte de la definición de partido político tiene sentido a la luz de sus resultados. Que conste que mi opinión no es que desaparezcan los partidos, sino que dejen de ser entidades de interés público. ¿Por qué no?

Ahora vayamos con la segunda parte de la definición: los partidos como organización de ciudadanos. Debo enfatizar que en esta parte los separamos de su naturaleza como instituciones para sólo ser una asociación libre de ciudadanos cuya tarea es hacer posible:

El acceso de los ciudadanos al ejercicio del poder público mediante el
el sufragio universal, libre, secreto y directo.
Vayamos despacio y con cuidado.

Nota al margen: ¿Qué es el poder público? Se entiende que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial en todos sus niveles (federal, estatal y municipal, en algunos casos). Todos sabemos que elegimos a quien preside al poder ejecutivo y desde luego elegimos a diputados y senadores, ¿y el poder judicial? No. ¿Por qué no? No sé.

En cuanto a que todo sea mediante el sufragio universal, libre, secreto y directo, bueno; universal, secreto y directo sí, me consta; pero que el sufragio sea libre, cuando se compran los votos, se coacciona al ciudadano aprovechándose de su ignorancia, de sus necesidades o de ambas cosas, en eso de la libertad ya no estoy tan seguro.

Las conclusiones a las que llegué después de esta breve y elemental reflexión, me dejaron un poco desanimado, espero que al lector no le suceda los mismo.

No me atrevo a proponer cómo podríamos ayudar a resolver estos problemas, no tengo suficientes elementos para dar una opinión al respecto, de modo que si usted tiene alguna idea, le agradeceré que me escriba a samaelhernandezruiz@gmail.com .

El tema de mi próximo artículo seguirá sobre lo mismo, los partidos políticos; pero con siglas, recursos y resultados. Hasta entonces.

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