Las malas cuentas de Chucho FALP
Nada descabellado es decir que ésta es la peor legislatura de la historia política de Oaxaca. Improductiva, facciosa, opaca y dispendiosa. Al menos así lo demuestra el último presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), JESÚS LÓPEZ RODRÍGUEZ, conocido como “Chucho Falp”, cuyas cuentas no cuadran, luego del saqueo material de las finanzas del Congreso. Es más, se dice que el robo que por segunda ocasión padeció en menos de una semana la Coordinadora de Comunicación Social, GISELA RAMÍREZ, algo tiene que ver con el uso y abuso de los recursos legislativos de manera discrecional. Pistola en mano, los asaltantes se llevaron sus computadoras. Se dice que insistían en “los convenios”.
El PRD ha tenido un mal estigma en su paso por diversos cargos en el Poder Legislativo local. Primero fue ANSELMO ORTIZ GARCÍA, que salió por patas de las presidencia de la JUCOPO y la coordinación de la bancada perredista; luego vino FÉLIX ANTONIO SERRANO TOLEDO, a quien le arrebataron la coordinación por estar jugándole las “contras” a su partido –el PRD- y su candidato a diputado federal, por el V Distrito, Tenuantepec: JOSÉ ANTONIO ESTEFAN GARFIAS. Pero el tercero resultó peor: JESÚS LÓPEZ RODRÍGUEZ superó a los anteriores por su habilidad para manejar de manera personal, el jugoso presupuesto destinado a la bancada del partido del sol azteca.
La lista de aviadores, asesores y lame-botas oficiosos, se dice que es impresionante. Lo grave es su negativa tácita a rendir cuentas, lo que hace paradójico el triste papel del Congreso en cuestiones de transparencia, pues ellos aprueban leyes al respecto, siempre que los diputados sigan en la opacidad. Con este panorama, nada fácil la tienen los dos ungidos recientemente como presidenta de la Junta de Coordinación Política, NATIVIDAD ANTONIA DÍAZ JIMÉNEZ y el presidente de la Mesa Directiva, ADOLFO TOLEDO INFANZÓN. Sin embargo, estamos ciertos de que nada pasará. La tradición de “Chinto tapa a Chinto y Chinto a su compañero” seguirá sentando las bases de “los acuerdos” y “la negociación” entre las bancadas.
Es importante subrayar que el Congreso se ha despachado en esta Legislatura, la nada despreciable suma cercana a los 600 millones de pesos anuales. ¿Se justifica? No. Es la casta divina apochotada en la curul. No conformes con sus dietas, “el pago por evento” se ha vuelto institucional. Ya veremos antes de entregar la estafeta. Estarán como sus colegas de la LXI Legislatura que se negaban a asistir a la última sesión “si antes no les depositaban en Finanzas”. Hasta que llegó el Subsecretario JORGE CARBONELL, con las fichas de depósito. ¡Vaya cinismo! (JPA)