Opinión 

El comentario de hoy, jueves 6 de abril 2023

Hace días, la titular de la Secretaría de Honestidad, Transparencia y Función Pública, dio a conocer la realización de 6 auditorías y la integración de 144 expedientes sobre presuntas responsabilidades de servidores públicos del gobierno anterior. Días después, el titular de la Secretaría de las Infraestructuras y Comunicaciones –SINFRA- informó que se detectaron 199 obras inconclusas, algunas ya conocidas por la opinión pública como Símbolos Patrios y el Circuito Interior, entre otras.

Sin duda alguna, tal parece que habrá quienes tengan que rendir cuentas de tantas anomalías registradas. Pero que se haga. No nada más que se les espante con el petate del muerto, como se dice vulgarmente. En Oaxaca se requiere ya de lecciones para acotar o sancionar corruptelas, peculado, desvío de recursos y aplicar la ley que castigue a aquellos que le han robado a los más pobres, que es un delito de lesa humanidad. Peces grandes y especies menores, deben ser medidos con el mismo rasero.

Pero la dependencia debe echarse, asimismo, un brinco en la actual administración, en donde se han detectado irregularidades y evidentes señales de corrupción, traslape de funciones y violación a la norma. Hace días, mientras se dirigía al Istmo de Tehuantepec, tuvo un accidente automovilístico el director del Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física, Educativa y Deportiva –IOCIFED-, Alejandro López Jarquín. El vehículo siniestrado no correspondía a dicha dependencia, sino a la Universidad Tecnológica de los Valles Centrales (UTVCO), en donde es rectora su esposa, Tania López.

En su cuenta de Twitter, una persona que acudió a realizar trámites y gestiones ante la Comisión de Vivienda Bienestar, cuyo director es Enrique Feria Rodríguez, comentó que, con quien trató el asunto fue con el diputado Nicolás Feria Romero, del distrito de Juxtlahuaca, hijo del titular. Se trata, por supuesto, de un burdo caso de usurpación de funciones y el traslape de los cargos públicos con el entorno familiar. Esto también es corrupción y deshonestidad.

No es el único caso en que familias completas metidas en el gabinete legal y ampliado, han hecho uso de estas maniobras. Todo ello empaña, por supuesto, el discurso del gobernador Salomón Jara en torno a su cruzada en contra de la corrupción, el gobierno cercano al pueblo y la prioridad, no repetir esquemas del pasado. Es obvio que la ignorancia, la inexperiencia y la soberbia de los nuevos depositarios del poder público, están mostrando su lado más pernicioso. Dura tarea pues, le espera en este sentido a quien tiene la responsabilidad de verificar la honestidad en la función pública. (JPA)

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