De paradojas y utopías 

S-22: Un yihadismo ad hoc

Por momentos se respiraba una tensa calma
S-22

 

Raúl NATHÁN PÉREZ

1).- Terrorismo a la oaxaqueña

El hostigamiento a los maestros que hicieron examen; la violencia de la CNTE en Guerrero y Chiapas, motiva una reflexión. Mucho antes de que los actos terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York; del 11 de marzo de 2004 en Madrid o del 13 de noviembre de 2015 en Paris, fueran perpetrados por Al Qaeda o el Estado Islámico, en Oaxaca ya padecíamos un terrorismo ad hoc. Una especie de yihad, pero no por una causa o un móvil religioso, sino por un fanatismo convenenciero. Para aquellos el Islam y Alá son la inspiración; para los mentores de la Sección 22, su móvil ha sido pervivir como parásitos del erario, con la doctrina de Marx, Engels y Lenin, pero al revés. La muerte, el sacrificio y la autoinmolación es para los yihadistas el mejor tributo a Dios; para el Cártel-22, es el dogmatismo, la ideologización y la hueva. ¿Su Dios? La lana, con el menor esfuerzo.

En los terroristas musulmanes subyace la idea de que el fundamentalismo y El Corán son el eje de la guerra santa contra el paganismo occidental; nuestros excelsos mentores, creen que repitiendo como loros el “Venceremos”, gritando consignas contra el neoliberalismo y haciendo del PTEO su ley, ya doblegaron al Estado. En parte de Siria e Irak –en donde han instalado el Estado Islámico- se forman fanáticos para llevar a cabo su yihad en contra de sus enemigos reales o imaginarios. El Cártel-22 sólo deforma la mente de sus prosélitos y pervierte la educación pública. Su espacio vital, es Oaxaca, “ciudad de la resistencia”… pero la única resistencia que se les conoce es a trabajar y, últimamente, a evaluarse.

2).- Nuestro yihadismo

El Estado Islámico y el Cártel-22 tienen una similitud: lanzan amenazas y diatribas en contra de todo aquello que consideran negativo a su doctrina o fanatismo. Aquellos contra Occidente; éstos contra el gobierno “neoliberal”, que es quien les paga y de sus mismos compañeros. Despliegan acciones de terror y guerra psicológica. Atentados y actos violentos los primeros; los radicales del magisterio anuncian bloqueos, cierre de gasolineras, de centros comerciales, bancos y hasta acciones de sabotaje como la víspera del proceso electoral del 7 de junio. La lucha de ambos es contra todo y contra todos. Mantienen a los pueblos y correligionarios supeditados a sus fetiches.

Adela Cortina (Ética pública y sociedad, Taurus, Madrid, 1998), concibe dos tipos de violencia insurgente: el terrorismo y la guerrilla (p. 171). Los yihadistas son terroristas de verdad; los radicales de la S-22 son guerrilleros de ficción, de mentiritas. Sus armas son la amenaza y el chantaje; la intimidación y la complicidad. Igual que sus íconos y patrones del EPR. Dijo Vladimir Putin en la G-20 que al Estado Islámico lo financiaban “varios que estaban ahí”. El Cártel ha recibido carretadas de millones que por miedo le entrega –o entregaba- el gobierno estatal. Su otra fuente de financiamiento eran las prácticas delictivas de la extorsión: ADO y empresas trasnacionales acreditadas en Oaxaca –para no bloquearlas- y, finalmente, sus mismos compañeros, a los que pasaban a la báscula cuando acudían a cobrar sus cheques.

3).- Una derrota anunciada

En efecto, hay diferencias abismales por el entorno, pero también similitudes. Terroristas y mentores, cuantas menos perspectivas tienen sus proyectos, más fanáticamente se aferran a ellos. Aquellos se agarran al ideal de un mundo que camine al ritmo de El Corán; éstos, a un México sin Reforma Educativa, con una calidad educativa rupestre y percibir un salario jugoso sin trabajar. El fanatismo y el atraso es su doctrina. Para los primeros su objetivo es el exterminio, el suicidio colectivo, un final terrible, para el Cártel-22, su objetivo es desmadrar la educación, aunque con ello pierda y el pueblo al que dice defender. Como afirma Hans Magnus Ensenzberger: “les cuesta distinguir entre mutilación y auto-mutilación”. El emblema de aquellos es el Kalashnikov; de 2006 para acá, para la S-22 y secuaces son los cohetones, bazookas hechizas, bombas Molotov y garrotes. Para ambos la victoria es inevitable. Pero ven en todos lados apóstatas, herejes y renegados, en cambio los seguidores de Núñez Ginéz, ven traidores: los que le apuestan al examen de evaluación, los que quieren mejorar la calidad de la educación. Son “charros”, disidentes, reaccionarios y retrógradas. Hay que combatirlos, hostigarlos y hasta expulsarlos. Ven la debacle de los traidores desde su paraíso imaginario, en donde sólo priva el caviar: la hueva más cara.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— En una conversación con Martín Mathus, durante una larga espera de viaje, me dejó constancia de su amor por Oaxaca y su deseo de hacer las cosas bien, con creatividad, con convicción de servir y, sobre todo, bajo la premisa de que hay que cambiar para bien. Mathus Alonso buscará la presidencia municipal de la capital, el año que viene. Y ha trabajado en ese propósito.

— Consulte nuestra página: www.oaxpress.info

Twitter: @nathanoax

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