De paradojas y utopías 

Política iletrada y decadente

1).- Políticos iletrados

La política en México es hoy en día, sin duda alguna, labor de amateurs, de aficionados. Oficio de activistas, militantes, fanáticos y hasta de personas coludidas con grupos criminales. En la hegemonía conservadora, neoliberal, al menos algunos de sus cuadros no estaban dados a la calle. Economistas, abogados, intelectuales, eran expertos en su tema. Un buen Secretario de Gobernación fue don Jesús Reyes Heroles, por ejemplo. Publicó obras y algunos artículos de gran contenido intelectual como la obra clásica: El liberalismo mexicano, y ensayos como De Mirabeau y la política, entre otros. Éste lo publicó la revista Vuelta en 1985, cuando la dirigía Octavio Paz.

Incluso en la Cámara de Diputados y Senadores, se publicaban libros. En 2013, para conmemorar los 500 años de la publicación de los 26 capítulos que conforman El Príncipe, de Nicolás Maquiavelo, el Senado de la República lanzó una edición conmemorativa fascimilar, con nota preliminar y prólogo de Giovanni Sartori y Maurizio Viroli, respectivamente. (LXII Legislatura/Tusquets, México, 2013, 232 pp). Pero se cuentan con los dedos quienen han leido dicha obra.

2).- Ignorancia supina

Ediciones hay muchas. Incluso una, con comentarios de Napoléon Bonaparte. (Austral, México, 2001, 237 pp.) o la obligada lectura De las conjuras (Taurus/Great Ideas, México, 2018, 133 pp) o El arte de la guerra (Fontamara, México, 2006, 177 pp.). Y en referencias muchas más. De verdaderos íconos del pensamiento contemporáneo, como Isaiah Berlin. En Europa, los desencantados de los eslóganes libertarios buscaron no la elocuencia idealista, “sino un enfoque más frío y planes realistas como los de Maquiavelo”. (I. Berlin, El sentido de la realidad, Taurus, Madrid, 2000, p. 241).

Es decir, diseccionar en política las pasiones humanas, más allá de la fe. (I. Berlin, Las ideas políticas en la era romántica, FCE, México, 2014, p. 35) o cuestionar la teoría de que en política los valores son compatibles, más allá de las pasiones. (I. Berlin, Sobre la libertad, Alianza, Madrid, 2012, p. 331). Bajo esa premisa es evidente que en nuestro mundillo político morenista y demás, prevalece un pragmatismo ramplón. La ignorancia supina; la inmediatez y la ignorancia. Políticos de medio pelo. Diputados (as) que apenas aciertan a leer una cuartilla sin equivocarse. Iletrados. Mediocres. pues.

3).- ¿Por qué leer?

El gran poeta, traductor y polígrafo mexicano, José Emilio Pacheco, ya fallecido, tuvo en vida un espacio imperdible en la revista Proceso: Inventario. Era una delicia leerlo. En uno de ellos escribió que, casi al fin de la Segunda Guerra Mundial, un asistente encontró al presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, leyendo los Doce Césares de Suetonio (Porrúa, México, 2000, 197 pp.). Y preguntó por qué leía dicha anticualla. Éste le respondió que a dos mil años de distancia, a lo mejor esta obra le daba luz para perfilar el desenlace del conflicto armado.

No son pocos diplomáticos de carrera que han tenido en su cabecera la abultadísma Historia de la Guerra del Peloponeso, de Tucídides (Cátedra, Barcelona, 2018, 4 tomos), para abrevar sobre el pasado. La guerra Atenas-Esparta. No creo que Polo de Gyves y otros ungidos por la 4T, tengan alguna idea. Menos interés en documentarse. Diplomáticos hechos en horno de microondas, favoritismo puro, que han puesto por los suelos nuestra antes respetable política exterior. Hoy una caricatura.  

4).- Pragmatismo ramplón

Maquiavelo, contra mucho que se ha dicho de él, con apelativos dolosos: “cínico, inmoral, oportunista, calculador, desleal, diabólico, maestro del mal, inconsistente” (Ibidem p. 38), dejó grandes enseñanzas. Por ejemplo, “quien logra gobernar con la mentira y el engaño, obtiene muchas veces mejores resultados en simpatía que quien lo hace honestamente”. O algunas máximas como “saltar de la humildad a la soberbia, de la piedad a la crueldad, sin termino medio, es cosa imprudente e inutil”. Muchas de ellas están concentradas en los Discursos sobre la primera década de Tito Livio (Alianza Editorial, Madrid, 2018, 509 pp.). Es la obra que en la época decembrina me propuse leer entre líneas.

En el prólogo de esta última obra se lee que “en las repúblicas se respeta la ley, expresión objetivada de la voluntad colectiva, por encima de cualquier voluntad personal. Esto pone al Estado por encima de veleidades y ambiciones” (p. 21). Muy a tono con lo que vive nuestro país. Tal vez por ello se le apuesta a la mediocridad y a la ignorancia. Es decir, al activismo y la ceguera inducida; la abyección legislativa o a la constante polarización del país con un discurso de odio.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Murió Modesto Seara Vásquez, creador, impulsor y rector del SUNEO, proyecto que pudo mantener a flote de manera exitosa, con mano firme. Reto para el gobierno de Salomón Jara sustituirlo. Nada fácil con tanta mediocridad en este gobierno.

— ¡Feliz Año Nuevo, 2023! Que sus deseos se hagan realidad y que sea un año mejor para Oaxaca.

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