De paradojas y utopías 

Migración: El otro infierno

1).- Flujos sin control

Las olas migratorias son un fenómeno mundial. No es privativo de lo que ocurre en México, como un país de tránsito hacia los EU. En ese paso, Oaxaca ocupa un lugar privilegiado. Es el segundo eslabón en la entrada por la frontera sur, después de Chiapas. En los últimos tiempos los flujos de ilegales venezolanos, haitianos, cubanos, africanos, hasta de países árabes y africanos, además de los ya conocidos centroamericanos, han penetrado sin control por la porosa frontera con Guatemala. De poco sirvió que nuestro país sirviera –penosamente- como cancerbero del patio trasero norteamericano en los tiempos de Donald Trump, como dice Mike Pompeo. La migración se disparó. Y el territorio oaxaqueño fue, durante meses, receptor y huésped –hoy ha aminorado- de más de 25 mil migrantes. Venezolanos, su mayoría, se mantuvieron en San Pedro Tapanatepec.

2).- El drama y el negocio

Genera tristeza hoy mismo, ver a extranjeros, familias completas, caminando por parajes solitarios de la carretera 190, Oaxaca-Tehuantepec. Azotados por el calor o el frío; el hambre o la sed, siguen obsesionados con el “Americam dream”. Comentan haber transitado por el “infierno verde” del Tapón de Darién. Y aún aquí, miles siguen viviéndolo expoliados por polleros ligados a grupos criminales locales. Por ediles voraces y corporaciones como la Guardia Nacional; por Policía Estatal y agentes de la AEI y, sobre todo, por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM). De éstos hay una larga historia. En las garitas de Novillero y La Venta, el negocio es redondo. La Estatal no se quiso quedar atrás e instaló su retén en La Reforma, Yautepec.

3).-La cadena de corrupción

Uno de los grandes beneficiarios de este negocio inhumano lo ha sido el edil de San Pedro Tapanatepec, Humberto López Parrazales. A mediados de 2022 habilitó un predio para recibir al flujo de migrantes. Ningún perfil humanitario. En absoluto. Ahí permanecieron hacinados los 25 mil venezolanos y otros. Lo mismo padecieron lluvias que calor y enfermedades. Quienes pudieron pagar se acomodaron en corredores y cobertizos de casas particulares. Ello no pasó desapercibido para el INM, cuyos elementos acudían a cobrar una cuota a los propietarios. La GN tampoco ha sido ajena. Sueltos, sin la supervisión de sus mandos superiores, le han entrado al negocio. El transporte en autobuses de quienes lograron el permiso temporal, ha salpicado dólares. Pago al edil y protección de bandas locales.

4).- Omisión gubernamental

Si bien no es su competencia, este drama humanitario parece continuar ante la apatía de las autoridades estatales. Si uno ve migrantes pidiendo la moneda, es porque han perdido en el trayecto hasta el último dólar. La extorsión oficial ha sido sin piedad. Es cierto, para sobrevivir se transan entre sí. Roban, asaltan y hacen negocios. Los viciosos y consumidores de alcohol y drogas, tampoco faltan. Apenas se estrena como delegada del INM, Paola López Rodas. Ya se habrá de enterar de las trapacerías de sus subordinados.

Para no sentar un mal precedente de omisión en lo que ocurre en el estado que gobierna, bien haría el ejecutivo estatal Salomón Jara, en disponer una investigación a fondo. No hay duda de que encontrará muchos cabos sueltos e hilos de corrupción institucional. Amén del acoso del crimen organizado. Pero, sobre todo, algo del espejo de ese suplicio que viven nuestros connacionales en el norte del país.

5).- De colofón

En un boom se ha convertido el libro de memorias que publicó hace unos días, el exsecretario de Estado de EU, Mike Pompeo. Entre algunas escandalosas declaraciones sobresalen las que hablan de la política exterior que mantuvo la Administración de Donald Trump con México, respecto a la crisis migratoria de 2018. Según el diario “El País”, Pompeo relata una conversación en la que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aceptaba los términos impuestos por el programa “Quédate en México”, a través del cual se devolvían en caliente a los migrantes que llegaban a la frontera con Estados Unidos, pero le pedía que no se hiciese público para no manchar la imagen del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Fin de la historia

BREVES DE LA GRILLA LOCAL: 

— El affaire Juan A. Vera Carrizales/María Elena Ríos, está poniendo en tela de juicio no sólo la cuestionada impartición de justicia –que existe históricamente- sino la tentación autoritaria de un poder para imponerse sobre el otro. Oro molido para AMLO, para descalificar y desacreditar al Poder Judicial, cuando aún no asimila su vergonzosa derrota en la SCJN. Justicia politizada y mediatizada es justicia torcida. El gobernador Salomón Jara podría entramparse en un embrollo legal, del que podría salir raspado. Pero, ¿qué necesidad?

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