Politica de suma cero 

Los Chimalapas: Sólo buenas intenciones

No han sido pocos los llamados de grupos civiles y ambientalistas al gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO y al de GABINO CUÉ, para advertir del riesgo de violencia que se ha estado incubando, por la invasión reiterada de comuneros del estado de Chiapas, a los predios de San Isidro La Gringa y San Francisco de la Paz, pertenecientes a Santa María Chimalapas. De nueva cuenta la tensión volvió a la zona, luego de la retención de algunos invasores por parte de vecinos de la última comunidad. La soberanía oaxaqueña es vulnerada de manera permanente, sin que el gobierno estatal tome acciones legales al respecto.

Desde diversos foros se ha insistido en que el añejo diferendo sólo se podrá resolver en tanto los ejecutivos de ambas entidades, GABINO CUÉ de Oaxaca y MANUEL VELASCO, de Chiapas, con la presencia de autoridades federales y representantes del Congreso de la Unión, suscriban acuerdos o se tomen las providencias necesarias para salvaguardar la soberanía oaxaqueña sobre esa franja de más de 200 mil hectáreas, que de manera unilateral reclama Chiapas, en virtud de lo cual fue fundado el municipio de “Belisario Domínguez”. No se trata sólo de buscar pequeños antídotos a una situación de tensión que a cada momento amenaza desbordarse.

Ayer viernes, en la capital chiapaneca, la plana mayor del gobierno oaxaqueño, encabezada por el Secretario General de Gobierno, CARLOS SANTIAGO CARRASCO; el Fiscal General, HÉCTOR JOAQUÍN CARRILLO; el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, JORGE RUIZ MARTÍNEZ y el Consejero Jurídico de la Gubernatura, VÍCTOR HUGO ALEJO, estuvieron con sus homólogos chiapanecos, para recorrer de nueva cuenta el trillado camino de los acuerdos y las buenas intenciones. Acordaron tomar medidas en torno a la seguridad y el desarrollo social, de manera coordinada, pero nada de tomar acciones enérgicas para detener el cruce constante de la línea divisoria, sea por pastoreo o para talar madera.

Aunque con intereses perfectamente definidos en la región de Los Chimalapas, las organizaciones civiles a las que hacemos referencia al principio, han encendido las luces de alerta, en torno al cumplimiento de los acuerdos que han emanado de la Secretaría de Gobernación y la misma Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), en la prohibición de actos de gobierno por parte de Chiapas, en la zona en cuestión. La historia concede además la razón a Oaxaca: cuando Chiapas y Soconusco se anexaron a México en 1823-1824, los límites de nuestro estado estaban claramente definidos. (JPA)

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