La incierta coalición y los coletazos del PRD

La designación del ex gobernador oaxaqueño, DIÓDORO CARRASCO, como Secretario General de Gobierno y responsable de apuntalar la candidatura del ejecutivo poblano, RAFAEL MORENO VALLE, a la presidencia de la República para 2018, asegurando el eje Puebla-Oaxaca-Veracruz, que representan más de 12 millones de votos, tuvo ya reacciones incluso en el PRD. Uno de los principales opositores a que su partido se coaligue con el PAN, es justamente el senador perredista poblano, MIGUEL BARBOSA HUERTA, que el pasado miércoles arremetió en contra de la dirigencia que encabeza AGUSTÍN BASAVE, para pronunciarse en contra de una virtual alianza con el blanquiazul. Éste amenazó con renunciar si el Comité Ejecutivo Nacional le desautoriza a continuar con las negociaciones con el PAN.

Sin embargo, también se ha señalado como opositora a las coaliciones, a la corriente Alianza Democrática Nacional (ADN), del dirigente perredista de origen oaxaqueño, HÉCTOR BAUTISTA, con un gran ascendiente en la dirigencia estatal que preside CAROL ANTONIO ALTAMIRANO. ¿Qué repercusiones tendrá esta situación en las aspiraciones de JOSÉ ANTONIO ESTEFAN GARFIAS, a quien hemos calificado como el aspirante que está más posicionado en el partido del sol azteca? Sin duda alguna poco optimistas, pues resulta que a nivel nacional existen aún indefiniciones, si se parte de la premisa de que el senador BARBOSA HUERTA, es uno de los promotores del también senador BENJAMÍN ROBLES MONTOYA, que ha buscado la nominación del PRD a la gubernatura de Oaxaca. Pero además, que al PAN no le desagrada la posición que el último tiene en las encuestas, por lo que no lo descartaría como su candidato.

Aceptando sin conceder que ROBLES MONTOYA esté descartado como posible candidato en el PRD, estos jalones y tirones dan al traste con la indefinición del PAN para cuajar la coalición en Oaxaca. Es evidente que en la dirigencia del albiazul que encabeza RICARDO ANAYA, tampoco hay interés genuino por mantener la gubernatura oaxaqueña y apoyar al candidato del gobernador GABINO CUÉ, que es precisamente, ESTEFAN GARFIAS. La sorpresa mayor es que HÉCTOR BAUTISTA, cabeza de ADN, la corriente a la que prácticamente se afilió PEPE TOÑO al inicio de su gestión como diputado federal y la cual lo cobijó con su nuevo ropaje amarillo, sea hoy una de las que traten de descarrilar una posible coalición que puede ser benéfica para el tehuano.

Nada más asomó la cabeza MORENO VALLE, en su propósito de cuajar la nominación y los lobos de su mismo partido y del opositor se le echaron encima. La tarea de conciliar, concertar y negociar no será pan comido para el nuevo operador ex officio del ejecutivo poblano. (JPA)