¿Informe de Gobierno o recuento de daños?
De seguir en pie el calendario dado a conocer hace días, el Secretario General de Gobierno, ALFONSO GÓMEZ SANDOVAL, entregó ayer por escrito, el texto del V Informe de Gobierno de la administración del gobernador GABINO CUÉ y éste rinde hoy un mensaje al pueblo oaxaqueño, desde los medios de comunicación electrónicos. Se entiende que los eventos masivos hayan pasado a la historia, no por la austeridad republicana, sino más bien por el miedo que siguen imprimiendo un magisterio desatado; grupos de triquis farsantes y otras organizaciones que viven de la limosna oficial, quienes continúan desafiando al Estado y poniendo en jaque la gobernabilidad.
GABINO CUÉ cierra su quinto año de gobierno frente a una ciudadanía oaxaqueña desencantada, presa del hartazgo y con las esperanzas rotas, luego de la decepción que representó el gobierno de la alternancia en muchos rubros: justicia y transparencia; combate a la corrupción y rendición de cuentas; llevar ante la justicia a los corruptos del antiguo régimen y la obra pública. Los oaxaqueños continuamos en los mismos estándares de vida de hace muchos años; con una entidad que no ha logrado abatir la pobreza, el rezago educativo y de salud. El gobierno de CUÉ MONTEAGUDO cayó en muchos de los errores de sus antecesores.
Este régimen bien pudo haber pasado a la historia como el peor de los últimos tiempos. Sin embargo, también es justo reconocer que en medio de la tragedia que vive Oaxaca, se han dado pasos modestos, como fue la recuperación de la rectoría de la educación. En obra pública, no obstante, el panorama es triste y desolador. Nada hay digno de destacar, salvo que muchas obras siguen quedando en proyecto. La súper carretera al Istmo, la vía a la Costa, el proyecto hidráulico “Paso Ancho” y tal vez, el mismo Centro Cultural y de Convenciones, luego del trago amargo que sorbió el titular JOSÉ ZORRILLA DE SAN MARTÍN, con la cancelación en el Cerro de El Fortín, continuarán en un compás de espera, como saldos negativos de este régimen.
De todo lo anterior, hay un tema que seguramente quedará para gobiernos futuros, a raíz que de aquí para adelante, el equipo de CUÉ MONTEAGUDO sólo tapará hoyos, resarcirá entuertos y planchará el arruga tejido administrativo: la urgencia de restablecer la gobernabilidad, causa generatriz de la endeble vigencia del Estado de Derecho y la imposición de un coto a la industria del chantaje, que ha implicado el peor freno al desarrollo oaxaqueño. El ensayo de gobiernos que surgen de coaliciones –buenas para ganar, pésimas para gobernar- al menos en Oaxaca, no ha cumplido hasta hoy con las expectativas de los oaxaqueños. (JPA)