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El comentario de hoy, martes 21 de enero 2025

Oaxaca ha vivido una grave crisis en el sistema de salud. El ejemplo más claro de la misma es el emblemático Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”, a donde acude el pueblo bueno, sabio y pobre, que no cuenta con seguridad social o carece de los recursos para pagar sumas considerables en los hospitales privados. Medios de comunicación nacionales, locales y las redes sociales han informado con claridad de esta situación.

A esta crisis se ha unido la del Hospital de la Niñez que, luego del desastre causado por las tormentas del año pasado, ha sido saqueado, inutilizado y prácticamente olvidado por las autoridades. No se trata de conspiración alguna en contra del gobierno estatal ni, mucho menos, sólo disputa sindical. No. Ambos hospitales han estado en el ojo del huracán, ante la falta de recursos y los elementos más indispensables para operar como tales.

Es cierto, desde hace mucho tiempo el Hospital Civil ha padecido carencias, dificultades y vicios. También es cierto que los gobiernos pasados jamás resolvieron de fondo. Que ha estado en terapia desde hace años, inmerso en inconformidades y conflictos sindicales. Sin embargo, hoy se encuentra en terapia intensiva entre la abulia oficial para resolver sus problemas y la enmarañada red de torpezas que nos dejó el primer gobierno de la Cuarta Transformación, con su transición a IMSS-Bienestar.

Hay indignación ciudadana por la falta de atención a uno de los rubros fundamentales que debe ser prioridad para la Federación y el Estado: la salud. Nada más detestable que jugar con la vida de los ciudadanos. Nada más abominable que la demagogia encubierta en la frase de “primero los pobres”. Peor aún, maquillar la realidad o seguir con la vieja cantaleta de que los responsables son los neoliberales y conservadores de gobiernos pasados.

Se ha pretendido atender un problema mayor, con pequeños remedios. No hay medicinas, no hay equipo quirúrgico, personal, insumos básicos, hasta agua y otros elementos. Hace días, personal de la empresa que presta el servicio de laboratorio desmontó y retiró su equipo del Hospital Civil. Después lo reinstaló. ¿No hay quien informe al ejecutivo estatal o él mismo pueda constatar la situación en que vive el principal hospital público del estado?

Esta administración se ha puesto de pechito, como se dice vulgarmente, para el golpeteo mediático, que ha sido brutal e innecesario. Los logros que pudiera obtener el gobierno de la Primavera Oaxaqueña se ven opacados por la abulia del área responsable, los Servicios de Salud o IMSS-Bienestar, para resolver de tajo la crisis hospitalaria. (JPA)

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