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CRÓNICA  GEOPOLÍTICA (8) El Plan México, de qué se trata

El Plan México del gobierno de Claudia Sheinbaum, anunciado por el Secretario de Economía Marcelo Ebrard es una propuesta ambiciosa que busca aprovechar el momento global del nearshoring (relocalización de empresas hacia México)  y la estabilidad macroeconómica del país para detonar una nueva ola de crecimiento industrial, tecnológico y regional. Pero según algunos expertos no oficiales, el Plan México es una apuesta muy ambiciosa y quizá necesaria, que va en la dirección correcta en muchos aspectos. Pero lograrlo depende más de la correcta ejecución, la seguridad jurídica y la capacidad del Estado que de la buena voluntad o los recursos disponibles. Lo más probable es que se cumpla de manera parcial, con resultados regulares pero lejos de las cifras ideales. Es sobre todo un mensaje político coyuntural.

Lo que propone y sus posibilidades reales, son las siguientes.

– Elevar la inversión pública y privada a niveles del 25-30% del PIB y convertir a México en la 10ava economía del mundo hacia 2030. Ahora es la 13ava.
– Aprovechar el nearshoring, fortalecer infraestructura energética y logística, impulsar industrias verdes y regionalizar el desarrollo (norte, centro y sur).
– Una Inversión estimada: $277,000 millones de dólares en el sexenio, combinando inversión nacional, extranjera y pública.
– Énfasis en energía limpia, electromovilidad, digitalización, corredores logísticos (como el Interoceánico), relocalización industrial, formación de talento técnico.

Pero hay límites estructurales fuertes, internos y externos, estos últimos derivados de la política industrial, comercial y de seguridad de EU. Me referiré a ellos.

– Infraestructura energética insuficiente y dependiente de Pemex y CFE, empresas públicas en crisis. Mientras no se abra más a inversión privada, el crecimiento será más lento.
– Débil sistema de justicia en proceso de reconfiguración y corrupción local. Para que llegue la inversión al sur o a zonas menos desarrolladas, se requiere más que infraestructura: se necesita certeza jurídica y seguridad pública.
– Falta de talento técnico calificado a gran escala. Hay rezago educativo y baja calidad en algunos niveles de formación técnica, sobre todo en el sur.
– Incertidumbre regulatoria. Aunque Sheinbaum podría ser más predecible que López Obrador, la herencia de decisiones centralistas genera duda en inversionistas. El poder presidencial se reparte en palacio nacional y una finca en Palenque
– Ambiente fiscal limitado. No hay espacio para mucho gasto público adicional sin reforma fiscal, que es políticamente costosa. Hay 10 puntos de diferencia entre la tasa impositiva menor de EU que la de México.


Los resultados del Plan México en el 2030 podrían ser.

– Monto de inversión total que se podría lograr: entre 140,000 y 180,000 millones de dólares (50–60% de lo proyectado). Más extranjera y privada que pública.
– Posible aumento en la inversión como % del PIB: de 20% actual a unos 21-22% (muy difícil llegar al 30%).
– Posibilidad de que México sea la 10ª economía en 2030: 40% de probabilidad, y depende también del desempeño de otros países.
– Impacto en desarrollo regional (sur): avance parcial, pero difícil transformar realidades en 6 años sin planes más integrales y realistas, dada la ineficiencia de los gobiernos estatales y municipales.

Conclusión final, nunca hemos sido buenos para hacer planes y tampoco éste será la excepción !

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