Transporte: Violencia y muerte
En lo que se refiere al transporte público concesionado, el discurso de los inicios del gobierno de GABINO CUÉ, fue cero concesiones, cuando repararon en la cloaca que les había dejado el antiguo régimen. No fue fortuito que uno de los charales –que no peces gordos- fuera GONZALO RUIZ CERÓN, ex titular de la Coordinación de Transporte (COTRAN), durante el gobierno de ULISES RUIZ, fuera detenido, consignado al Penal de Miahuatlán de Porfirio Díaz y, finalmente, liberado. CUÉ MONTEAGUDO tenía la película clara: el transporte había devenido de un sistema de clientela política a un serio asunto de gobernabilidad. De ahí vino la política de “cero concesiones”.
Sin embargo, en el pago de cuotas a los partidos que lo llevaron al palacio de gobierno, no podía retractarse del compromiso y designó a PEDRO SILVA SALAZAR, ex dirigente del PRD y miembro de la corriente denominada Unión Campesina Democrática (UCD), como titular de la COTRAN y como Directora de Transporte a FÁTIMA MONDRAGÓN, incondicional de BENJAMÍN ROBLES MONTOYA, a la sazón el segundo hombre fuerte en el gobierno de la alternancia. Ella misma transportista, originaria de Miahuatlán de Porfirio Díaz, conocía como beneficiaria los entresijos del otorgamiento de concesiones, el cual continuó como en los mejores tiempos del ulisismo. Las organizaciones empezaron a regentear las moto-taxis, que proliferaron como la peste.
La conversión de COTRAN a la Secretaría de Vialidad y Transporte (SEVITRA), no cambió el estado de cosas. La violencia se desató entre quienes a catorrazos conseguían permisos y concesiones. El primer titular de SEVITRA, JOSÉ ANTONIO ESTEFAN GARFIAS, fue cuidadoso en el manejo de las mismas. Intentó sin lograrlo, la racionalización y la regulación del transporte concesionado. Los dirigentes de sindicatos: CTM, CNP, Sindicato Libertad y CROC, también le entraron al asunto de taxis y moto-taxis. Los enfrentamientos entre grupos, la lucha por las rutas, la competencia desleal, pero sobre todo el transporte visto como un serio asunto de seguridad, habida cuenta de las manos de la delincuencia metidas, siempre ha sido soslayado por el gobierno estatal.
El actual titular de la SEVITRA, el panista CARLOS ALBERTO MORENO ALCÁNTARA, ha desatado un verdadero tianguis de concesiones. La violencia y la muerte que han provocado este tipo de unidades, parecen no importarle. ¿Cuántos camiones de acarreo de materiales, taxis foráneos, moto-taxis, pipas, etc., existen en la entidad? ¿Cuántos son irregulares y cuántos se dedican a otras actividades no precisamente a transportar pasajeros? Con certeza ni él mismo tiene idea. Los disturbios en Tehuantepec exhibieron sólo un tentáculo de ese monstruo. (JPA)