S-22: ¿Cuál es el fondo de la inconformidad?
Entre los resolutivos de la pasada asamblea estatal, la Sección 22, que hoy manejan a su arbitrio ELOY LÓPEZ HERNÁNDEZ y GENARO HERNÁNDEZ MORALES, Secretario General y de Organización, respectivamente, ya piden las cabezas de dos funcionarios: del Secretario General de Gobierno, ALEJANDRO AVILÉS y del titular del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), GERMÁN CERVANTES AYALA. Es decir, quieren quitarlos de en medio para que en verdad el único interlocutor con el magisterio disidente sea el gobernador ALEJANDRO MURAT. En su mente atolondrada, los radicales y los titiriteros de ELOY y GENARO, asumen que siendo el ejecutivo un hombre de buena fe, no tarda en que les restituya el control del IEEPO, el mismo que les fue otorgado por una pésima decisión política desde el 28 de octubre de 1992.
El 21 de junio de 2015, luego de una serie de presiones del gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO, al percibirse el apoyo incondicional del ex gobernador GABINO CUÉ al Cártel-22, tuvo que ser el entonces titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), EMILIO CHUAYFETT CHEMOR, quien testificara el acto mediante el cual la rectoría de la educación pública oaxaqueña la recuperaba el Estado. Posteriormente estaría en los actos protocolarios, la entonces titular de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), ROSARIO ROBLES BERLANGA. Más adelante vendría el ajuste de tuercas en las oficinas centrales del IEEPO y la designación de MOISÉS ROBLES, quien dejó el cargo de manera sorpresiva, cuando desde la SEP, AURELIO NUÑO MAYER, metió con calzador a CERVANTES AYALA.
El gobierno de MURAT HINOJOSA simplemente ratificó al titular del IEEPO, aunque le puso duras cuñas, una de ellas, GILBERTO GAMBOA MEDINA, que no tiene ni remota idea de lo que es la educación y otros más, como RICARDO DORANTES MORTEO, como director jurídico. Es el mismo que fuera alguna vez, director de la desaparecida Policía Ministerial de Oaxaca (PMO), hoy Agencia Estatal de Investigaciones (AEI). Con estos especímenes que le sirven no precisamente al gobernador MURAT, tendrá que vérselas la nueva dirigencia magisterial, que hace ya cuentas alegres de que podrá recuperar, a base de presión, el Edén de donde se sirvieron a placer durante 23 años. Obvio, no fue una decisión de CUÉ: fue la presión del gobierno federal. El ex gobernador jamás hubiera movido un dedo para afectar a sus aliados e incondicionales pivotes de su triunfo. (JPA)