Rompepicos: Agenda pendiente
Ayer se hizo oficial el nombramiento del ingeniero CÉSAR LAGARDA, como director del Organismo Cuenca Pacífico-Sur, de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). La designación se da a casi dos meses de la salida, más a hurtadillas que discreta, del anterior titular: el duranguense, MIGUEL CALDERÓN ARÁMBULA, a quien le reventó en las manos prácticamente, el escándalo de la Presa “Rompepicos”. Se atribuye a éste último un manejo torpe respecto al tema, aunque nadie le atribuye una responsabilidad plena en torno a las maniobras oscuras que se dieron, para que el predio en donde se ubicaba la citada presa, cambiara de un bien de la Nación a propiedad privada.
La denuncia de los vecinos de la Agencia Guadalupe Victoria y de la diputada local del PAN, LESLIE JIMÉNEZ VALENCIA en la tribuna del Congreso, permitieron encontrar la hebra de este escabroso asunto, cuyos caminos coinciden en una sola persona: el senador con licencia y hoy Subsecretario de Desarrollo Social y Humano de la SEDESOL, EVIEL PÉREZ MAGAÑA. El entramado de la venta ilegal de un bien nacional apunta a una serie de maniobras oscuras y fraudulentas. La presa “Rompepicos”, construida por la desaparecida Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SAyRH), en 1973-1974, permitió durante su operación, evitar daños a los ciudadanos y propiedades ubicadas cerca de los afluentes por la creciente del Río San Felipe, en época de lluvias.
Resulta inverosímil que un predio de más de 13 mil metros cuadrados haya sido vendido a un particular por 15 mil pesos, hace apenas unos años y que el mismo haya sido escriturado sin tener en cuenta los antecedentes de propiedad que se requieren para una operación de esa naturaleza. Por tanto, el nuevo titular del Organismo Cuenca Pacífico-Sur de la CONAGUA, CÉSAR LAGARDA, debe retomar la investigación y continuar con lo que CALDERÓN ARÁMBULA ya no pudo o dejó en suspenso, al coludirse con los responsables del despojo, para no hacer ruido. Se trata de un bien de la Nación, que en su momento fue objeto de una indemnización.
Aunque hoy se quiera eludir la responsabilidad de esta maniobra fraudulenta, a la fecha nadie ha sabido de una declaración pública o deslinde de los señalamientos de parte de PÉREZ MAGAÑA, aunque todos los caminos llevan a él y a algunos de sus colaboradores y ex colaboradores más cercanos. No hace falta ser un SHERLOCK HOLMES o ARSENIO LUPIN, para encontrar el hilo conductor que lleve a develar la verdadera naturaleza de un despojo vil y premeditado. (JPA)