Al fin, próximo relevo en la Fiscalía
Ayer, a las 9:30 de la mañana, HÉCTOR JOAQUÍN CARRILLO RUIZ, presentó su renuncia al cargo de Fiscal General, que le otorgó y validó la LXII Legislatura del Estado, luego de analizar la terna que envió a dicho órgano el ex gobernador GABINO CUÉ. Ello se dio inmediatamente después de la dimisión de quien fuera Procurador General de Justicia, MANUEL DE JESÚS LÓPEZ LÓPEZ, actual magistrado del Tribunal Superior de Justicia. CARRILLO RUIZ hizo carrera en el área de la que fue titular, desde los puestos más modestos hasta desempeñarse como Subprocurador de Delitos de Alto Impacto, antes de ser designado Procurador y luego Fiscal General.
Sin embargo, desde el inicio del gobierno de ALEJANDRO MURAT, la Fiscalía General empezó a vivir una serie de rumores y trascendidos dolosos. A pocos días de asumir el poder el ejecutivo estatal, arribó a la sede de la Fiscalía, quien se dijo había sido nombrado Vice-Fiscal, ALBERTO RAMOS RAMOS, el cual prácticamente se asumió con encargado del Despacho y desplegó mecanismos de soberbia inéditos en nuestro terruño. Según testigos, CARRILLO RUIZ se replegó. Incluso –se dijo en ese momento- había dejado su oficina en Ciudad Judicial y se refugió en la alterna del edificio de La Experimental. Ya sonaban los barruntos de renuncia, aunque en el poder público no se encontraba la fórmula para que la dependencia quedara acéfala y así designar a alguien, validado por la LXIII Legislatura, parte del proyecto político de MURAT HINOJOSA.
La situación se exacerbó la semana pasada cuando en las redes sociales, algunos vaticinadores y pitonisos –obvio, cuerda de por medio- adelantaron la renuncia de CARRILLO RUIZ y el arribo a la Fiscalía del doctor ERNESTO LÓPEZ SAURE, un joven abogado, académico, de probada experiencia y capacidad, quien fuera en el sexenio pasado, Subprocurador al igual que CARRILLO. Se trató desde luego de una renuncia que no se había dado, lo cual obligó a éste a desmentirla. Este rejuego de trascendidos, información falsa y la presión en las redes sociales devino un hecho sin precedentes en la política oaxaqueña. Jamás se había dado un hecho similar.
El arribo de un nuevo régimen abre la puerta para las renuncias voluntarias, pero no para la presión a quienes por mandato legislativo se desempeñan en el cargo. Ahí se aplican mecanismos convincentes e institucionales; salidas pactadas y renuncias decorosas, no el desolladero mediático. (JPA)