De paradojas y utopías 

PRI: Otra vuelta de tuerca

1).- Un poco de historia

El 2006, año de la revuelta político social –asonada le llamaron algunos- la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), coludida con grupos políticos que se asumían agraviados por Ulises Ruiz y operadores cercanos al ex gobernador José Murat, fraguaron el desmoronamiento del régimen y, en consecuencia, darle un revés al PRI. Y estuvieron a punto de lograr su objetivo. Pero, el plan siniestro no cuajó, aunque fue un golpe demoledor desde el punto de vista político-electoral. Habrían de pasar tres años, en 2009, para que URO presumiera de nueva cuenta el “carro completo”. Poco le tardó el gusto. Un año después, en 2010, el tricolor perdió la gubernatura ante una coalición que llevó como candidato a Gabino Cué. Los mismos operadores del “de Polanco”, festinaron el triunfo como suyo. Luego de su debacle, asumió la presidencia del PRI, Eviel Pérez Magaña. Y la jauría se soltó. Los leales de aquel disputaron los despojos tricolores. La pugna entre Murat-Ulises ha sido el quid de la cadena de derrotas del tricolor.

2).- Ni el cachorro lo salvó

El arribo de Alejandro Murat a la gubernatura en 2016, dejó entrever la posibilidad de que “su partido” se recuperara. Pero no. Jamás llamó a la unidad. Dejó hacer y dejó pasar, marcando una distancia perniciosa que al final devendría más fracasos. Lo dijimos hace unas semanas. Si algo marcó al tricolor oaxaqueño durante el sexenio muratista (2016-2022), fue la frialdad, el desapego y el abandono a “su” partido. He ahí la danza de dirigentes en el CDE: Héctor Anuar Mafud, Alejandro Avilés, Germán Espinosa, Jorge González Ilescas, Eduardo Rojas, Eviel Pérez Magaña y Javier Villacaña. Al menos los cuatro primeros con el hierro del padre, quien no ha soltado los hilos del tricolor local. En la misma fallida campaña para la gubernatura, abanderada por Alejandro Avilés, la grilla interna, los golpes y codazos en el mismo equipo, fueron más que evidentes. Y siguieron con mayor intensidad.

3).- Administrar una entelequia

Al último dirigente del CDE en el régimen de Murat Hinojosa, Javier Villacaña, le pusieron una entelequia en las manos. Un cascarón. Pese a ello, se disciplinó con la dirigencia nacional de Alejandro Moreno, a) Alito. Pero no pudo superar la malquerencia de Polanco y el fuego amigo. En una cuasi indigencia –el CDE pagó millones y millones en multas y laudos- quiso levantar las huestes devastadas del tricolor. Y sobrevivió en medio de ese galimatías político que padeció Oaxaca el sexenio anterior, entre traiciones, defecciones y otros escenarios. Uno de los ejes de los cuestionamientos recientes fue que querría manejar las candidaturas para el 2024, con Avilés, Marco Antonio Hernández Cuevas y Jorge Toledo. Y hace un mes le pusieron una cuña. Un delegado con evidente hierro muratista: el paisano jeromeño y operador, Javier Casique, de antecedentes políticos muy cuestionados.

4).- Carmelita Ricárdez, nueva dirigente

Hace un par de semanas tomó las riendas del Comité Ejecutivo Estatal (CDE), María del Carmen Ricádez Vela. Priista de cepa, que ha hecho talacha política y se ha fogueado igual en cargos públicos. Dejó la dirigencia del sector popular, la CNOP que, frente a los demás membretes tricolores: CNC, CTM, MT y otros, fue el único que mantuvo presencia durante estos tiempos aciagos para el priismo. La nueva dirigente tiene frente a sí un reto mayúsculo: aglutinar a la militancia dispersa y desencantada; forjar la unidad de su partido y evitar que las etiquetas o el futurismo atolondrado que ve en el PVEM la salvación, siga haciendo estragos en el tricolor.

Ricárdez Vela lleva como Secretaria General a la diputada local, Lizbeth Concha, quien fue ratificada en el cargo, la misma que hace meses amenazó con brincar al partido verde. Su primera labor será, asimismo, canalizar las ambiciones desatadas en pos de las candidaturas para 2024 que, con certeza, ya están pactadas desde la CDMX. Más aún, con inteligencia y estrategias atenuar la arrolladora maquinaria de Morena. Un serio desafío levantar a su partido, ante la amenaza de que sólo quede el membrete. Y, obvio, enfrentar con energía el golpeteo de grupúsculos de ex priistas, ya anclados en otros partidos.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Siempre creativo, incansable investigador y en lo suyo, ha sido mi amigo Cipriano Flores Cruz. Politólogo serrano, originado de Santiago Zoochila. El jueves pasado, en el Auditorio “La Tormenta” de la Universidad José Vasconcelos (UNIVAS), a reventar, presentó su nuevo libro: “Operación política. El nuevo príncipe”, con el prólogo y epílogo de la maestra Gisela Rubach y los comentarios de: Francisco Ángel Villarreal y Luis Miguel Santibáñez Suárez. ¡Enhorabuena! 

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