PRI: Arrogancia y torpeza
No es fortuita la andana mediática que ha tenido el PRI estatal que preside GERMÁN ESPINOSA SANTIBÁÑEZ. A nivel nacional y según las últimas encuestas, “Clavilllazo”, es decir, ENRIQUE OCHOA REZA, no ha podido levantar al alicaído tricolor, que hoy, gracias a las torpezas de la política económica, la espiral inflacionaria que ha traído consigo el incremento en el precio de la gasolina y otros, ha puesto al gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO y de su partido, el PRI, por debajo de todas las expectativas. Es decir, el tricolor no es competitivo. En Oaxaca, el panorama está claro: MORENA se ubicó en la pasada contienda para electoral en segundo lugar y sigue ganando espacio.
¿A qué pues los aspavientos del dirigente priista ESPINOSA SANTIBÁÑEZ, de que los periódicos sólo sirven para matar moscas –o “los medios me valen madre”- obsesionado como el equipo del gobernador ALEJANDRO MURAT, con el espejismo mediático de los medios de la CDMX? ¿Acaso rendirán cuentas a la opinión pública nacional, a la que ni les interesa ni les preocupa lo que pase o no en Oaxaca? ¿A dónde se supone que quieren ganar las siguientes contiendas electorales, en Oaxaca o en el país? Al menos, se presume, el ejecutivo gobierna esta entidad y, en consecuencia, aquí debe rendir cuentas.
Sin duda pues, en Oaxaca, el PRI se ha convertido en un instrumento de cofradías, de grupos, de complicidades. Desde que ULISES RUIZ se lo dejó como legado a EVIEL PÉREZ MAGAÑA, luego de la derrota del 2010, el partido inició una fase de descomposición. Luego vendrían los jaloneos entre los ex gobernadores para sacar rajas de lo que quedaba de dicho partido. Con el arribo de JUAN JOSÉ MORENO SADA a la presidencia y la continuación de HÉCTOR ANUAR MAFUD, se advirtió la fuerza de JOSÉ MURAT. Sin embargo, de las dos últimas dirigencias enquistadas en el Comité Directivo Estatal (CDE), una presidida por ALEJANDRO AVILÉS, que convirtió en un tianguis las candidaturas y la actual, encabezada por GERMÁN ESPINOSA SANTIBÁÑEZ, con su desprecio a las bases priistas –como lo difundieron algunos medios de Salina Cruz- y su poco tacto político, independientemente de padrinazgos y gravitaciones, poco hay que destacar. Sólo que al tricolor, después del triunfo de ALEJANDRO MURAT para la gubernatura, en junio de 2016, no se le advierte un panorama exitoso. Por el contrario, un horizonte bastante pesimista. (JPA)