Las contradicciones de la alternancia
Un análisis de los mensajes iniciales del gobernador GABINO CUÉ y lo que ha hecho a lo largo de los cinco años de gestión, revelará una situación de incongruencia e inconsistencia. El naciente gobierno se encontró con una obra que a su juicio, era el reflejo del régimen autoritario de ULISES RUIZ: la velaria. Sin embargo, los negocios se superpusieron sobre la crítica. El cuestionado ex titular de la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (SINFRA), NETZAHUALCÓYOTL SALVATIERRA, contrató para reparar la velaria rasgada, a la empresa jalisciense “Lonas Lorenzo, S.A. de C.V.”, que lejos de cumplir su cometido se convirtió en una de las favoritas del actual régimen.
El mensaje aquel de “nunca más una obra pública de espaldas al pueblo” se estampó con una realidad que nada tiene que ver con la transparencia sino con la opacidad y la discrecionalidad. El segundo capítulo fue el llamado “Distribuidor Vial de Cinco Señores”. De la cifra original de 126 millones de pesos que cobraría la empresa contratada, la cantidad se duplicó, el tiempo de entrega se triplicó y en progresión geométrica, la crispación social. Era evidente la preferencia por las empresas foráneas, pese al discurso del gobernador GABINO CUÉ, al insistir en que en la obra pública de su gobierno tenían preferencia las empresas locales. La cloaca la destapó LUIS RAMÍREZ COLMENARES, presidente de un organismo denominado CADCO. Poco tardaría en el cargo SALVATIERRA LÓPEZ, ex titular de SINFRA, cuando sus negocios particulares, frente a su cuestionado desempeño oficial, rebasaron cualquier posibilidad de que GABINO lo mantuviera.
Un caso similar fue el también cuestionado proyecto del Centro Cultural y de Convenciones de Oaxaca (CCCO). El ejecutivo validó el empecinamiento de su amigo, JOSÉ ZORRILLA DE SAN MARTÍN, pese que a leguas hedía la peste del conflicto de intereses. No sólo fue el enfrentamiento “con los santos patronos de la moral pública y la conciencia ciudadana”, FRANCISCO TOLEDO y SERGIO HERNÁNDEZ, lo que motivó echar abajo la construcción en el Cerro de “El Fortín”, sino la presión externa de la UNESCO, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) y el INBA, entre otros. El proyecto simplemente abortó.
Ahora, misteriosamente se han retirado las butacas del “Auditorio Guelaguetza”, las mismas que se pusieron de manera subrepticia, casi a hurtadillas y sin licitación visible. Del asunto se ha deslindado el ya citado ZORRILLA DE SAN MARTÍN. Es decir, de aquel discurso de la transparencia y el fin de la opacidad; de la discrecionalidad y la urgente rendición de cuentas, ocurrió lo mismo que con aquellos conceptos de la primera Reforma Constitucional de GABINO CUÉ: referéndum, plebiscito y revocación de mandato, que han sido como la Carabina de Ambrosio. (JPA)