De paradojas y utopías Portada 

La nueva/vieja casta política (I)

“Es ardua tarea dar novedad a lo viejo, poder a lo nuevo,
brillo a la traición, gracia a lo tedioso y credibilidad a lo dudoso”
Plinio El Viejo, Historia Natural, (Tomo I), prefacio, p. 49)

1).- La historia cíclica y cínica

El devenir histórico es irreversible. En política lo es más. El ascenso de unos al poder se da mientras otros caen estrepitosamente. Hace al menos 15 años, el ex gobernador Ulises Ruiz anunciaba “carro completo” del PRI en diputaciones federales y locales. A raíz del movimiento político-social fraguado por el Cártel 22 y la APPO, se puso en tela de juicio dicha supremacía. El tricolor perdió varios distritos. Pero, en 2009, el dinosaurio volvió a repuntar. Oaxaca, en efecto, era territorio tricolor. Los triunfos del PAN o PRD eran marginales. El PVEM era lo que siempre ha sido: una franquicia familiar que, como hetaira, se iba –y se siguen yendo- con quien le paga mejor. Así sobrevivió hasta hoy. De sus magros triunfos de antaño, hoy cacarea ser la tercera fuerza política en Oaxaca. Gana en donde Morena le salpica votos. Por sí mismo es un membrete.

Morena se consolidó en la entidad, con la presencia y el proselitismo político de Andrés Manuel López Obrador, en los regímenes de Gabino Cué (2010-2016), pero, sobre todo, en el del priista –hoy converso a Morena- Alejandro Murat (2016-2022).

Más de 30 visitas de 2018 a 2022, con puro jarabe de pico, nada de apoyo adicional, AMLO consolidó su presencia. Conocía más la entidad que Murat, que nunca vivió aquí antes de cuajar la gubernatura. Es más, el tabasqueño le daba clases de geografía local. Dicha simpatía presidencial jamás se tradujo en obras ni en proyectos. La obra pública estatal, no es un secreto, fue un gigantesco fraude.

En dicho sexenio los triunfos de Morena fueron contundentes. Una casta política de noveles y matraqueros (as), hecha en horno de microondas, se encumbró ante una cofradía tricolor que se debatía entre la indigencia y las mismas caras viejas –con sus excepciones- de sus personeros. ¿Alejandro Murat bailó en dos pistas? No. Llevado al poder por el PRI, con argucias legales y el derecho de sangre –ius sanguinis-, simplemente lo dejó morir. Sabía su jugada. El tricolor oaxaqueño está en actus mortis. Es una caricatura, una entelequia. El PAN y el PRD –éste en extinción- no corrieron mejor suerte. Pero, eso sí, Murat cuajó su escaño senatorial en su nuevo hogar: Morena.

2).- Factores del fracaso

Después de la debacle del 2010, cuando el PRI perdió la gubernatura, se extravió en una disputa interna que, a la larga, terminó minándolo. Se partió en dos: un segmento de incondicionales del ex gobernador José Murat apoyaron abiertamente la candidatura de Cué. Es más, desde 2006 hicieron labor de zapa en complicidad con la S-22 y la APPO, para deponer a Ulises. Otro grupo de priistas siguió a éste. Los tirones y jalones siguieron hasta el arribo de Alejandro Ismael, cuando los hilos del tricolor local se empezaron a manejar desde la CDMX. Sólo los incondicionales eran elegidos -pero para perder- como si fuera un juego macabro.

La cofradía de íntimos (as) acaparaban las plurinominales, apuntalados por el sepulturero mayor e hijo putativo del cacique priista de Ixtepec: Alejandro Moreno Cárdenas, a) Alito, administrador del cadáver político llamado Revolucionario Institucional. Siete dirigentes del CDE en seis años, da cuenta de la descomposición priista en Oaxaca. En paralelo, el éxodo subrepticio a Morena. Incluso, de sus cuadros más renombrados: el ex candidato del PRI a la gubernatura en 2022, Alejandro Avilés, se acaba de colar en la lista plurinominal del PVEM a la cámara federal.

En el PAN, las cosas no fueron mejor. El cacicazgo ejercido por Juan Mendoza Reyes/Natividad Díaz Jiménez, provocó una diáspora de panuchos. La dirigencia fue un retrato de familia. Ahora, ciertos miembros de la misma han migrado a Morena. Es el caso del hoy ratificado edil de Ejutla de Crespo, Carlos Armando Díaz Jiménez, que lo fue por el PAN, apuntalado por sus hermanos, Natividad y Leonardo Díaz, desde su posición panista en la LXV Legislatura. La primera es la única posición del blanquiazul por la vía plurinominal para la siguiente.

Del PRD poco hay que decir. Desde hace al menos una década fue despanzurrado por Morena. De su debacle reciente, hay actores que culpan a la dirigencia. Lo dudo. Desde que el fenómeno mediático AMLO se perfiló para subir a la cumbre del poder presidencial, como ratas que abandonan el barco hundiéndose, muchos perredistas se fueron a la pepena. Mamaron del sol azteca pero luego le dieron la vuelta. Se han mantenido firmes algunos como Eloí Vásquez López, Raymundo Carmona y Tomás Basaldú que, al menos, han mostrado congruencia. (Continuará…)

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— De la encuesta que Morena y la presidenta virtual, Claudia Sheinbaum, pondrán en marcha desde este fin de semana, sobre la Reforma Judicial, vía fast track y con el cuchareo clásico en este tipo de mediciones, ¿hay alguna duda del resultado? Todo mundo lo sabe. De una cosa podemos estar ciertos: AMLO le sigue –y seguirá- imponiendo la agenda a su pupila, aunque al país se lo lleve el carajo.

— Con esta política de risa, de anécdota, queda al pelo la frase de una mente brillante: mi entrañable hermanito ya fallecido, Efrén Ricárdez Carrión. “Lo único serio en este país, es la lucha libre”. Consulte nuestra página: www.oaxpress.info y www.facebook.com/oaxpress.oficial X: @nathanoax

Leave a Comment