La boyante política del chantaje

Si partimos de la premisa de que a los mentores no se les ha tocado, pese a los abusos cometidos en contra de la sociedad civil, por la cercanía de los tiempos electorales, queda claro que cuando concluya la jornada electoral, el próximo 5 de junio, el gobierno de GABINO CUÉ o, para paliar esa apatía, el de ENRIQUE PEÑA NIETO, vendrán por ellos para remitirlos a sus centros de trabajo y concluyan el ciclo escolar. Esa explicación tiene lógica. Lo que no la tiene es que por el temor a contaminar la jornada electoral se estén permitiendo escenarios como los de 2006, en que la Sección 22 y sus capos, RUBÉN NÚÑEZ GINÉZ y FRANCISCO VILLALOBOS RICÁRDEZ, inicien acciones de terrorismo y sedición, con el argumento de estar en contra de la Reforma Educativa, incendiado, vandalizando y repetir esa película que la sociedad oaxaqueña ya vio y no quiere volver a ver.

Si en verdad existen órdenes de aprehensión en contra de los dos capos citados, la pregunta es: ¿por qué no se las aplican? Los mentores están actuando no de motu proprio sino manejados por intereses políticos electorales. Están bajo consigna. Así de simple. Siempre han sido mercenarios. Desde el tristemente célebre ENRIQUE RUEDA PACHECO, responsable del movimiento del 2006, hasta su sucesor, EZEQUIEL ROSALES CARREÑO, AZAEL SANTIAGO CHEPI y hoy en día, el alcohólico NÚÑEZ GINÉZ. Desde hace meses se sabe que existen una treintena de órdenes de aprehensión vigentes, pero ninguna autoridad ministerial les ha echado el guante a esos peces gordos. Hay un temor cerval para aplicarles la ley. Parece que tanto en el gobierno federal como en el estatal, no quieren tocar a la fiera herida, para que no contamine el proceso electoral, aunque conscientes todos, de que pueden boicotearlo para beneficiar a quienes les paguen más.

Entre que los desalojan y entre que los dejan hacer, falta justo una semana para que se lleven a cabo las elecciones. Esa duda, ese temor a que se cometan actos vandálicos; ese ambiente de crispación social, que tan hábilmente despiertan en el pueblo los mentores y sus titiriteros de los grupos armados, pueden estimular el abstencionismo. ¿A quién o a quiénes les interesa incendiar el estado, en caso de que su candidato pierda? ¿Al gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO o al de GABINO CUÉ? Ahora sí se entiende el por qué la Sección 22, entre “Pozoleros” y “Pelones”; entre locos del Frente Popular Revolucionario (FPR) y orates de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), siente que nadie los tocará. Hay mercenarios a secas, pero éstos se dicen “luchadores sociales”. (JPA)