De paradojas y utopías 

Gobernabilidad: El reto sexenal

1).- Mano dura vs mano firme

De una cosa estamos ciertos: no se puede gobernar con miedo. El ex gobernador interino, Eliseo Jiménez Ruiz, gobernó con la .45 mm en su escritorio. A quienes alentaban la ingobernabilidad, José Murat les buscó cola y de ahí los agarró. Ulises Ruiz intentó doblegar a maestros y rijosos dirigentes de organizaciones sociales. Y le crearon su 2006. Los violentos –APPO, S-22, radicales y miembros de la guerrilla- terminaron como víctimas y el gobernador exhibido y satanizado como “El Carnicero de Antequera”. Gabino Cué fue obligado por la Federación a quitarle al Cártel 22 el control del IEEPO en julio de 2015. El revire vino un año después con el affaire Nochixtlán, el 19 de junio de 2019. Ambos fueron llevados a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, por crímenes de lesa humanidad. ¿Y los violentos? Bien gracias. En al actual gobierno jamás se usó la fuerza pública, Murat dixit.

2).- Romper paradigmas y mitos

En torno al VI Informe, hay que subrayar que durante su administración, Alejandro Murat estuvo acotado por dos fantasmas: el de 2006 y el de Nochixtlán. Dirigentes, organizaciones y grupos de presión se montaron sobre su gobierno. Maestros y normalistas por igual. Transportistas y sindicatos mafiosos no se diga. Patearon, manotearon, cerraron carreteras, cruceros, oficinas públicas, golpearon a empleados (as), saquearon, incendiaron, etc. Y hasta hoy, nadie les ha tocado un pelo. Es decir, la gobernabilidad fue, en cierto sentido, una piedra en el zapato. AMH se cuidó al extremo de no llevar el estigma de represor, aunque el pueblo padeciera. Su gabinete operó de manera condescendiente. Diálogo, diálogo y más diálogo. Y funcionarios desleales no sólo nadaron de muertito, sino que desde la SEGEGO o COPLADE, alentaron la protesta de grupos y organizaciones. Y fueron “a michas” con el dinero que les otorgaron bajo presión.

3).- Gobernabilidad cara

En los años 80 del Siglo XX, cuando la COCEI marchaba hacia la capital, llevando a la cabeza a Héctor Sánchez, a) La Mexha; Daniel López Nelio y el hoy flamante diplomático, Leopoldo de Gyves, entre otros íconos del chantaje, el gobernador en turno mandaba detenerlos en Totolapan, con portafolios de dinero. Y regresaban al Istmo con sus viciosos y mañosos de la VII Sección de Juchitán, la FBI (Fuerza Bruta Istmeña), sus totopos, camarón y queso seco. Así operó la SEGEGO. José Murat les aventaba en la cara fajos de billetes. Pregúntenle a Flavio Sosa y otros. La gobernabilidad fue resultando demasiado onerosa. Hoy les llenan las alforjas; mañana regresan por más. Vean al MULT, FPR, CODEP y cientos más. Ya saben el caminito. Y lo siguen explotando espantando con el petate del muerto: “vamos a bloquear”. Y a temblar todos. Hasta hoy se genera psicosis colectiva entre la sociedad.

4).- Estado y ley

¿Cuál es pues la razón de ser del Estado y su operador, el gobierno? ¿Cuál es el fondo del espíritu de la ley y la justicia? ¿Para qué carajo sirven y son tan onerosos? Aprendimos de las lecturas de Max Weber –del que tendrá algún recuerdo lejano el presidente López Obrador o, tal vez nunca leyó- que a diferencia del científico, la acción del político y gobernante conlleva una ética de la responsabilidad. A aquel compete la ética de la convicción. No se trata de alentar la violencia. Menos la represión. Sólo el ejercicio simple y llano de la ley para garantizar los derechos civiles. Es decir, mantener el Estado de Derecho, más allá de ambiciones personales o de grupo; de filias o fobias.

5).- No a la debilidad institucional

En el país bogamos en un mar de sangre. ¿Razón? Una política errática de seguridad. El argumento populista de que los culpables son los de atrás, ya no cuaja. Oaxaca no es para nada una entidad segura. Está convertida en rehén de al menos siete cárteles criminales y otras tantas bandas locales. Como el país. Un narco-Estado ad hoc. En la entidad, organizaciones sociales y grupos de presión operan en complicidad. Con sus acciones fuera de la ley: bloqueos carreteros, toma de casetas, etc., hacen el caldo gordo a la maña. Nada de que primero los pobres. También aquí hay Badiraguatos.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Es impresionante que, hasta en el ocaso de este régimen, hayan salido falsos redentores asumiéndose damnificados de los sismos de 2017. Tuvieron cinco años para exigir, para reclamar, pero lo hacen a fin de sexenio, cerrando carreteras en el Istmo.

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