Politica de suma cero 

El IEEPO, en la mira del Cártel-22 (I parte)

Desde los tiempos en que inició el llamado Movimiento Democráticos de los Trabajadores de la Educación (MDTEO), con PEDRO MARTÍNEZ NORIEGA a la cabeza, la meta ha sido desafiar al Estado, con la bandera de la reivindicación de las demandas del magisterio llamado “democrático”. En 1992, cuando ERANGELIO MENDOZA, a) El Burro, logró del ex gobernador HELADIO RAMÍREZ LÓPEZ, la cesión de la depedencia encargada de la política educativa en la entidad, el IEEPO, el Comité Ejecutivo Seccional se sintió tocar las puertas del cielo: forjaron un instrumento autoritario, peor que el habían combatido: el charrismo sindical representado por “Vanguardia Revolucionaria”.

De ahí p´al real, la Sección 22 devino un verdadero Cártel. Un instrumento de terror, sojuzgamiento, corrupción y doble discurso. Los arreglos con el gobierno, incluso en el 2006, como premisa del conflicto de ese año, que estuvo a punto de hacer naufragar al gobierno de ULISES RUIZ, se hicieron debajo de la mesa. La dirigencia seccional, con ENRIQUE RUEDA PACHECO, encendió la mecha. Es cierto. Pero había algo más que lo transformó en un movimiento amorfo; una verdadera pila de agua bendita en donde todo mundo metió la mano: la negativa de RUIZ ORTIZ, vía el Secretario General de Gobierno, JORGE FRANCO VARGAS, a seguir alimentando a las voraces organizaciones sociales.

El desalojo del 14 de junio, sólo fue un pretexto. Ello motivó que se aglutinaran todos los vividores de la dádiva gubernamental, encabezados por FLAVIO SOSA y de manera marginal los maestros, al formar la llamada Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO). Hay que verlo hoy, medrando al frente de COMUNA. Al redil entraron diversas organizaciones y dirigentes, que se asumieron los pioneros de “la primera insurrección del Siglo XXI”, como de manera falsa bautizó al movimiento el periodista DIEGO OSORNO. Ni fue insurrección ni mucho menos un movimiento genuino: fue una asonada. La falta de liderazgo, del perfil de un movimiento gremial o social le hicieron que jamás permeara a nivel nacional y fuera sólo local. Fue un conflicto fracasado que se prestó al juego del ex presidente VICENTE FOX, para minar la fortaleza del PRI y de sus principales operadores.

En aquel año y a los ojos de la izquierda mexicana, el conflicto del 2006 fue un fiasco. Jamás logró el propósito que se volvió la máxima demanda: deponer del gobierno a RUIZ ORTIZ. Éste concluyó su gestión sin más. Lo que sí logró la S-22 fue atrincherarse más en su coto de poder: el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y desplegar mecanismos de sojuzgamiento y corrupción galopante. (Continuará…) (JPA)

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