El comentario de hoy, martes 23 de agosto 2022
Los hechos ocurridos hace unos días en algunas ciudades de Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Baja California, muestran con claridad la conversión del país en un sitio sin ley. El narco-terrorismo; el narco-Estado. Esta realidad ya no se puede rebatir culpando a los de atrás; a los adversarios, a los neoliberales o conservadores. Ni a la publicidad ni a la propaganda. Es el fracaso simple y llano de una política de seguridad que da más prioridad a lo político electoral, que a la paz social y la gobernabilidad.
En Oaxaca no estamos mejor. En el tema de seguridad parecen haber dos visiones encontradas. La que a menudo manejan las autoridades. De que somos no de las diez sino de las nueve entidades más seguras del país. Y la que se da en el imaginario colectivo. En los diversos sectores sociales hay preocupación por la extorsión, el cobro de piso, el secuestro y el crimen. Consideran imprudente seguir con el viejo mito de la entidad segura.
El pasado 15 de agosto, en una de las clásicas mañaneras del presidente de México, se mostraron imágenes de las cinco entidades con más homicidios el fin de semana previo. Y Oaxaca ocupó el cuarto lugar. Trece homicidios dolosos en menos de 72 horas. Ha habido semanas con 15 o 16 homicidios y el recrudecimiento de la inseguridad en regiones que antes no tenían importante incidencia delictiva, como la Mixteca, los Valles Centrales o la Costa.
Pese a ello, tal parece que acabaremos esta administración con funcionarios repitiendo como loros, algo que la sociedad se niega a aceptar. La entidad no es un Edén de seguridad y relax, con cientos de feminicidios que no se han esclarecido; con centenas de desapariciones y al menos 310 homicidios de hombres y mujeres con arma de fuego, sólo en el primer semestre del año. De ellos, señaló una fuente castrense, 169 tuvieron que ver con grupos criminales que se han asentado en la entidad.
Según el periódico EL IMPARCIAL. El mejor diario de Oaxaca, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, reportó que en julio se cometieron 145 homicidios, de los cuales 65 fueron dolosos y 52 de éstos, con arma de fuego. Sólo superaron a dicho mes, mayo con 182 casos y abril con 162.
Las autoridades norteamericanas han recomendado a sus connacionales no viajar a ciertos estados del país. Para Oaxaca piden extremar precauciones. Y no sólo por la inseguridad e índice delictivo, sino también por los bloqueos carreteros, las amenazas a la libre circulación y la agresividad de militantes de organizaciones sociales cuya “lucha” -así entre comillas- ha derivado en extorsión, chantaje y hasta amenazas físicas.
Estamos convencidos de que el mito de la entidad segura ya no sirve ni como publicidad ni como argumento político. No somos un estado de excepción, pero tampoco la “Utopía”, aquella famosa isla imaginaria que creó Sir Thomas Moore, en donde todos vivían felices y contentos. La prudencia y la verdad no están reñidas. (JPA)