El comentario de hoy, martes 18 de marzo 2025
Durante la larga permanencia de lo que ahora llaman gobiernos neoliberales, mafia del poder o el antiguo régimen, dominado por el Partido Revolucionario Institucional -PRI-, el ingenio y la creatividad, de la que el mexicano es único, acuñó un catálogo de términos. La ironía está presente en todos ellos. Así nació “el tapado”, el acarreo, la borregada, la caballada, la bufalada, la cargada y muchos más.
En 2010, la Academia Mexicana de la Lengua, publicó la primera edición del “Diccionario de mexicanismos”, en donde se define cada uno de ellos. En las recientes concentraciones que se han llevado a cabo en la plancha del zócalo de la Ciudad de México, se configuran varios términos. Veamos sólo dos: Acarreo: “Acción de transportar personas en autobuses para que participen en una manifestación política o para que voten”. Borregada: “Personas que siguen posturas impuestas de las que tienen poco conocimiento”.
La izquierda mexicana que siempre deploró y criticó esas formas de manipular la necesidad, la pobreza y la ignorancia de las personas, ahora las ha adoptado y magnificado. Pero, desde arriba para abajo, fingen demencia. El domingo 9 de marzo, miles de autobuses atiborraron la capital del país. Información oficial afirma que, cerca de 350 mil personas acudieron a la asamblea convocada por la presidenta Claudia Sheinbaum, para informarles del estira y afloja con el gobierno de Estados Unidos respecto a los aranceles.
¿Alguien en su sano juicio puede creer que los miles de asistentes de todo el país, hayan gastado en pasaje, hospedaje y alimentos de su propio peculio, para ir a escuchar a la presidenta? Es decir, ¿que hayan acudido de manera espontánea porque están convencidos de que se dio un paso importante para diferir un mes los aranceles? ¿O fueron llevados ahí bajo promesas de apoyos, pago, transporte y comida de por medio?
Sin embargo, se sigue creyendo que los mexicanos somos ingenuos, de poca inteligencia o que no tenemos memoria. Lo cierto es que dicha estrategia política, que sólo sirve a políticos sin escrúpulos debe terminar. Los accidentes mortales que trae consigo el acarreo, en efecto, no son nada nuevo. Y es que las 19 personas, originarias del Istmo de Tehuantepec, incluyendo niños, que fallecieron en el accidente carretero del 10 de marzo, es una mancha indeleble que ha quedado grabada en la memoria colectiva.
Es una infamia lucrar con la tragedia para obtener ventaja política o desde el punto de vista mediático, con un hecho que nos ha llenado de dolor y oprobio a todos. Pero lo es más la simulación, lavarse las manos y querer ocultar la fórmula infame del acarreo, para balconearse políticamente. Las fuerzas vivas en apoyo al jefe político, fueron una fórmula aberrante de los conservadores. Ya deben quedar en el pasado.(JPA)