El comentario de hoy… jueves 31 de diciembre de 2015

Una y otra vez en el gobierno se insiste en la importancia del turismo nacional o extranjero, para la economía local. Miles de familias viven del y para el turismo, sobre todo en nuestro triángulo: Oaxaca y los Valles Centrales, Huatulco y Puerto Escondido. Sin embargo, la cacareada calma chicha que se dice vivimos en la entidad, un tabú que dejaron para este gobierno, los que durante el régimen de Ulises Ruiz, mantuvieron el control de los organismos de seguridad: Javier Rueda Velásquez, Jorge Alberto Quesadas y Alan Loren Peña Argueta, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Comisionado de la Policía Estatal y director de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), respectivamente, sigue permeando en la estructura de poder público.

Por supuesto que ni hemos sido una de las entidades más seguras ni, mucho menos, estamos vacunados en contra de la presencia de los grupos criminales. La zona de Huatulco es sitio privilegiado para operaciones de gran riesgo. Lo grave es que delincuentes comunes están matando a la “gallina de los huevos de oro”. Hace al menos tres años, una pareja de turistas fue asesinada en una playa solitaria. El hecho tuvo repercusión internacional. No sólo en 2006 nos pusieron tache en Estados Unidos y Canadá por las condiciones de violencia que prevalecían en la capital, con la Sección 22 y la tristemente APPO, en su “lucha revolucionaria”, sino por hechos criminales, como fue el asesinato de la pareja citada.

Pero ¿acaso repuntará el turismo en Huatulco, con hechos como los ocurridos ayer, cuando los ocupantes de las lanchas de paseo, “Sicarú” y “Fandango”, fueron despojados de sus pertenencias e incluso golpeados, por delincuentes comunes? Por supuesto que no. Si a ello se agregan los abusos en contra de los visitantes, los malos servicios, la impunidad con la que operan los prestadores de servicios, con abusos y cobros excesivos, la cuestión resulta más patética. Hay que destacar que algunas organizaciones de atención al turismo, han asumido actitudes de civilidad y fuerza, cuando los maestros de la S-22, cerraban el aeropuerto, cruceros y carreteras, afectando a quienes viven del turismo. Ojalá que estas mismas organizaciones tomen acciones severas para que se investiguen los hechos y se castigue a los responsables de estos hechos deleznables. Huatulco es un destino poco publicitado pero muy socorrido por el turismo. No hay que dejar que hechos como los que mencionamos, se conviertan en una nota negativa. (JPA)