De paradojas y utopías 

Educación: ¿Hacia dónde vamos?

1).- Afán doctrinario

La educación pública es hoy en día, particularmente en estados donde la CNTE tiene presencia, un desastre. Las limitaciones en ciencia y cultura, sobre todo la primera en el gobierno de la 4T, es aberrante. Libros de texto gratuitos con contenido sesgado e ideologizado; tendecioso y plagados de errores. Y hay razón. Con “eruditos” como Marx Arriaga –con toda su currícula académica-, todo puede esperarse: “leer por goce, es un acto individualista”. O la “eficiente” María Elena Álvarez-Buylla Roces, la Torquemada del CONACYT, cuya divisa es “combatir la ciencia neoliberal”, dan una idea del derrumbe de cualquier proyecto educativo anclado en el conocimiento y no en una visión partidista o sexenal.

Justo Sierra, José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet o Agustín Yáñez, volverían a la tumba si supieran quiénes se sientan hoy en la silla que ocuparon al frente de la SEP. Activistas y delincuentes electorales o maestras de medio pelo. ¿Su mérito? 90% de lealtad y 10% de capacidad.  Ignorantes, sin tablas ni en el arte, la ciencia o la cultura. Personajes sacados de la oscuridad, como la nueva titular, Leticia Ramírez. Cuestionada sobre el nuevo modelo educativo, sólo acertó a decir: “esa pregunta no la puedo contestar”.

2).- Cártel 22 vuelve a la carga

En Oaxaca no vamos mejor. El regreso a clases exhibió en toda su magnitud, el desapego del Cártel 22 con la docencia. Una negativa tácita al retorno normal al proceso enseñanza-aprendizaje. Cientos de escuelas cerradas y muchos miles más de mentores que siguen de vacaciones luego de 2 años y medio de contingencia por la pandemia de Covid-19, solapados por sus dirigentes. Maestros que volvieron a los bloqueos. Y sus líderes vuelven a la carga con el sobado proyecto del Plan para la Transformación de la Educación en Oaxaca (PTEO), que guardaron en el cajón de los trebejos. Ello, sólo los años que tardó la luna de miel con el gobierno de Alejandro Murat. Pero ya lo revivieron.

Privilegiar la ideología, los colectivos, la organización comunitaria. Nada de ciencias básicas, español, historia o civismo. Cuestionan las ocurrencias presidenciales, pero caminan en el mismo carril. Formar mediocres e ignorantes, que no podrán ser reprobados. Es más, hasta pretenden anular los niveles escolares, las tareas y los exámenes. Ello en una entidad que arrastra un gran rezago, luego de cuarenta y dos años del nacimiento del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación (MDTEO) y de ciclos completos perdidos por un activismo acartonado. Cayó el Muro de Berlín en 1989. Pero el muro de sus perjuicios y su ideología de traspatio, se mantienen intactos.

3).- El reto para Jara

Luego de una relación inicial con AMLO y visitas a Palacio Nacional, casi con derecho de picaporte, el Cártel 22 fue presa del desencanto. ¿Qué falló? Farsantes no comulgan con demagogos. Es natural, soñaban con ser los ejes del sistema educativo nacional. Pero la 4T sólo busca fanáticos y matraqueros, no interlocutores. Un importante sector del magisterio regateó su apoyo a Morena. Por ello, los líderes del CES, Eloy López Hernández y Genaro Martínez Morales, conocidos como “Los Pozoleros”, andan extraviados. Ya el gobernador electo, Salomón Jara, en su campaña les puso las banderillas: les criticó el abandono de su responsabilidad docente y los evaluó con un deshonroso 4 de calificación. 

Además, la dupla tiene los días contados. Ya las tribus opositoras casi los echan fuera. La pregunta es: ¿si hay pleno conocimiento y conciencia del gobierno que viene respecto al atraso escolar y  el rezago educativo, cuál será la política a seguir con este gremio, ya pulverizado en otras vertientes sindicales? Porque ya no es hegemónico. Además, los que quieren montarse en el Comité Ejecutivo Seccional (CES): la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), manejada por Rogelio Vargas Garfias; la corriente “Praxis”, por Luis Fernando Canseco Girón; los octogenarios que encabeza Erangelio Mendoza o el actual vocero, están más tapados que los actuales; más cerrados; más fanáticos.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— La lectura del cierre de la empresa “Gugar”, por parte de militantes de COMUNA, la franquicia de Flavio Sosa, “El Demonio de Tasmania”, es irrebatible: crearle infiernitos al gobernador electo, Salomón Jara. Fracasó en su intento de apoyar tardíamente su candidatura. No lo pelaron. Tampoco a la disidencia legislativa, liderada por su hermano Horacio. Menos cuajó su encuentro con AMLO, durante la emergencia del huracán “Agatha”. Es decir, está perdido. Obvio, alguien lo cilindrea. No se mueve solo. Quiere reflectores y negociar.

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