¿Cuál fatiga laboral?
Desde que inicio el gobierno de GABINO CUÉ, las cosas en la Secretaría de Salud empezaron mal. Y no precisamente porque haya asumido la titularidad GEMÁN TENORIO VASCONCELOS, quien no ha sido un ejemplo de profesionalismo sino mucho de frivolidad. Sus cenas de siete tiempos en su casa de cristales blindados, ubicada en la exclusiva Colonia “La Loma”, con mayordomo a la puerta, era lo de menos. Lo grueso era el flujo de recursos para el voluntariado y otras cosas; los desayunos dignos de primera dama. Pero eso es pecatta minutta. Lo que había detrás, eso sí que era preocupante.
Dicen los que saben que algunos “genios del outsourcing” y negocios tras el poder, tuvieron la genial idea de crear un “Fideicomiso de Fatiga Laboral”, que se nutría o nutre con los impuestos que pagan los miles de trabajadores de base de la Secretaría de Salud. De ello tuvo conocimiento el tristemente célebre JENOÉ RUIZ MARTÍNEZ, pero le dejó el paquete a su sucesor: MARIO FÉLIX MARTÍNEZ, actual dirigente de la Sección 35 del SNTSS. El citado Fideicomiso se creó en 2013 y mueve al menos unos ochenta millones de pesos mensuales. ¿Alguien sabía de este boyante negocio, el mismo que manejan ciertos juniors, conocidos en el jet set oaxaqueño, de ésos que se sienten bordados a mano?
A principios de marzo de este año fue asesinado de al menos diez balazos, RAFAEL PÉREZ GAVILÁN ESCALANTE, ex Subdirector de Administración y Finanzas de los Servicios de Salud en la entidad, presuntamente en su domicilio de Lomas de Sierra Juárez y a quien sus detractores habían señalado de malos manejos, pero el fondo era otro: sabía demasiado. Según datos de fuentes confidenciales, en días previos a su asesinato, había confesado temor ante amenazas de muerte y persecución. Es más, había intentado solicitar al procurador JOAQUÍN CARRILLO RUIZ, escolta –según confesó a algún allegado-. En este entorno trascendió que había entregado al gobernador GABINO CUÉ un informe detallado del estado deplorable y preocupante de las finanzas la Secretaría de Salud. Se hablaba de cientos de millones de pesos sin solventar. Sin embargo, a siete meses de este crimen, nada se sabe de indagatorias, de averiguaciones, menos de la detención de algún implicado. La pregunta de colofón es: ¿tendrá que ver algo el millonario “Fideicomiso de Fatiga Laboral”, la genial impostura de un grupo de gandallas y vividores del erario? (JPA)