Crónica Geopolítica (42) – Geopolítica de los Sistemas de Navegación Satelital.
Oswaldo García Criollo
La guerra en Ucrania igual que la de Gaza oculta una confrontación no solo militar y tecnológica en armas, también de servicios adicionales, tal es el caso de los sistemas de navegación satelital denominados GNSS (Sistemas Satelitales de Navegación Global). EU se apoya fundamentalmente en el famoso GPS junto con Ucrania y la OTAN. Por su lado, Rusia y sus aliados seguramente dependen de su sistema GLONASS. En efecto, después del GPS estadounidense (Global Positioning System, inició en 1978, fue global hasta 1995 con 31 satélites y precisión de 5 – 10 metros, bajo control del Pentágono) que fue el pionero y sigue siendo el más usado, otras potencias desarrollaron sus propios sistemas satelitales de navegación. No son simples copias, sino instrumentos de soberanía tecnológica y geopolítica, porque quien controla una red satelital controla también la seguridad, la logística militar, las telecomunicaciones y la economía digital. Hay otros sistemas, veamos.
GLONASS (Rusia). Nombre completo: Globalnaya Navigatsionnaya Sputnikovaya Sistema. Inicio: En los años 80, con fuerte expansión en la era post-soviética. Cobertura: global desde 1996, aunque tuvo decadencia en los 90 y fue revitalizado por Putin en los 2000. Constelación: ~24 satélites en órbita media. Importancia geopolítica: Rusia no depende del GPS de EE.UU. y ofrece su sistema a países aliados (ej. India). Es parte de su estrategia de autonomía militar y tecnológica.
BeiDou (China). Nombre: BeiDou (北斗), como la constelación de la Osa Mayor. Inicio: Primer sistema experimental en 2000; cobertura nacional en 2012; cobertura global en 2020. Constelación: ~35 satélites (en órbita media, geoestacionaria e inclinada, lo que lo hace muy versátil). Importancia geopolítica: Instrumento clave de la “Nueva Ruta de la Seda” y del poder tecnológico chino. Permite a Pekín ofrecer servicios de posicionamiento a países en África, Asia y América Latina, generando dependencia tecnológica.
Galileo (Unión Europea). Inicio: 2003, operativo parcialmente desde 2016, aún en expansión. Constelación: Planeada de ~30 satélites.Cobertura: Global, con precisión superior al GPS civil. Particularidad: Primer sistema global gestionado por civiles (no militares). Geopolítica: busca la autonomía estratégica europea frente a EE.UU. y China. Para Bruselas es un símbolo de integración y de independencia tecnológica.
IRNSS/NavIC (India). Nombre: Indian Regional Navigation Satellite System / NavIC (Navigation with Indian Constellation). Cobertura: Regional (India y unos 1.500 km alrededor), con planes de expansión global. Constelación: 7 satélites en órbita geosíncrona y geoestacionaria. Importancia geopolítica: clave para la seguridad india frente a China y Pakistán. Además, India busca posicionarlo en países del Sur GlobalQZSS (Japón). Nombre: Quasi-Zenith Satellite System. Cobertura: Principalmente Japón y Asia-Pacífico. Constelación: 4 satélites (con planes de aumentar a 7). Importancia: complementa al GPS con mayor precisión en entornos urbanos y montañosos. Japón lo usa para resiliencia tecnológica y respuesta a desastres.
Otros esfuerzos. Irán: Ha declarado intención de desarrollar un sistema propio, aunque por ahora depende de GPS, GLONASS y BeiDou. Corea del Sur: está desarrollando un sistema regional similar al japonés, con despliegue esperado hacia 2030. Australia y Brasil: más interesados en alianzas y en estaciones de apoyo a los grandes sistemas (particularmente Galileo y BeiDou).
Cada sistema no solo es una red de satélites, sino un acto de soberanía tecnológica. Tener navegación independiente significa poder dirigir misiles, aviones, barcos, flotas comerciales y economías digitales sin depender de otro país. Por eso hoy la navegación satelital es un campo donde se cruzan la seguridad, la economía y la geopolítica. Todos surgieron como respuestas al GPS. La redundancia tecnológica es ahora una estrategia de seguridad nacional. Estos sistemas son infraestructuras críticas: su despliegue refleja una carrera por la multipolaridad tecnológica.
Un sistema satelital de navegación propio en México sería un acto de soberanía tecnológica y liderazgo regional, pero hoy no es viable económicamente ni políticamente sencillo frente a EE.UU. La mejor estrategia sería: no crear un sistema global propio sino invertir en un sistema regional (tipo NavIC) o mejor aún en un SBAS mexicano (como el WAAS de EE.UU. o el EGNOS de Europa), que aumenta la precisión del GPS y otros sistemas ya existentes. En el futuro, un sistema regional latinoamericano podría ser estratégico y realista. Más temprano que tarde habrá alguna decisión.
(Pilón: Sarah Mullally, de 63 años (enfermera entes de ser religiosa) que era la obispa anglicana de Londres desde 2018 es ahora en 2025 la arzobispa de Canterbury, máximo cargo en la Iglesia (anglicana) de Inglaterra y en la Comunión Anglicana Global de 85 millones de fieles. Será miembro de la Cámara de los Lores.)

