Con el Santo de espaldas
Raúl NATHÁN PÉREZ
1).- Esperanzas rotas
Sin ánimo fatalista, pero tal parece que Oaxaca trae al “Santo de espaldas”. Durante el gobierno de Ulises Ruiz se iniciaron los trabajos en la carretera a la Costa. Poco tardó el gusto. “Omega, S.A.”, la empresa contratista, ya no aguantó. Sin duda quebró, pero ya no pudo. Dejó todo al garete. El mega-proyecto hidráulico, “Paso Ancho”, luego de suspensiones, multas y demandas por parte de PROFEPA y SEMARNAT, pero sobre todo por la quiebra de su contratista TRADECO, S.A., también fracasó. Se invirtieron millones y millones en estudios de factibilidad; en la construcción de la cortina de la presa, etc., sólo para abortar un proyecto con el que se habría de garantizar el suministro de agua potable en la capital por varias décadas. Una y otra vez se insistía en la suspensión de la obra; una y otra vez el gobierno de la alternancia desmentía. Hasta que se convenció. La constructora dejó hasta la maquinaria abandonada. Así, desde el gobierno de José Murat (1998-2004) la súper carretera al Istmo no sólo está en los discursos oficiales, sino en los anhelos sociales. Cumplirá 18 años en ser sólo un sueño, pues al paso que vamos y con la empresa contratista, Ingenieros Civiles Asociados (ICA), prácticamente en quiebra, seguirá en lo mismo, aunque diga lo contrario la Federación.
2).- Inversiones en riesgo
San Dionisio del Mar y sus conflictos internos, además de la mendicidad de ciertas organizaciones sociales como UCIZONI y otras, fue para la empresa “Mareña Renovables”, el peor de sus fracasos. Invirtió muchos millones en paliar la voracidad de muchos. Cuando se dio cuenta que era un camino torcido, cambió de aires. Se fue a Juchitán de Zaragoza y El Espinal. Hasta ahí la siguieron los clásicos y falsos redentores sociales. Con el apoyo tácito del gobierno federal, la luego denominada “Eólica del Sur” no se amilanó y ofreció invertir los 14 mil millones de pesos originales. Y hasta se llevó a cabo una consulta con las “comunidades indígenas”. Pero los supuestos defensores de la tierra, Bettina Cruz Velásquez, Rodrigo Flores Peñaloza y la delincuencia enquistada en la Asamblea Popular del Pueblo de Juchitán (APPJ), no se quedaron con los brazos cruzados. Fueron y vinieron, investidos con la impunidad que les otorgan las famosas medidas cautelares, hasta que lograron el amparo de un juez de distrito. ¿Conclusión? Las operaciones están suspendidas. La pregunta es: ¿seguirá “Eólica del Sur” su periplo en esta tierra de nadie –apenas el lunes 21 de diciembre hubo 3 ejecutados en Juchitán- y bogar contra corriente para ver su proyecto realizado? Lo dudo. Ha sido atacada por ambos flancos: por los delincuentes de la Séptima Sección y por las organizaciones sociales citadas.
3).- ¿Qué intereses se esconden detrás?
Las llamadas ONG´s, no se mueven solas. La mayoría baila al ritmo que le imponen sus patronos financieros. Los que les mandan lana del extranjero, pues. Si aplicamos con rigor aquel principio de “piensa mal y acertarás”, ¿por qué las españolas GAMESA, IBERDROLA y otras, no han tenido tantas broncas para instalarse y operar? Cientos de propietarios de predios “tecos” y “leños”, se han pronunciado a favor de la instalación de aerogeneradores. Han rentado sus tierras y prácticamente se sacaron la lotería. Empero, ahí siguen los falsos redentores con la bandera de los indígenas y en defensa “del territorio”. ¿A qué intereses obedecen? Ésa debe ser tarea para los organismos de inteligencia, pero de que están cilindreados, eso ni dudarlo.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— Le tengo especial reconocimiento y admiración a la diputada federal Mariana Benítez. Una joven mujer, guapa, inteligente, con notables méritos académicos y muchos atributos. Sin embargo, considero que si bien está en un buen momento político, gobernar Oaxaca –como dijimos la semana pasada- es otro boleto. Conducir los destinos de esta entidad no es cuestión de ocurrencias, intentos de amateur o simple vanidad. Tiene madera la istmeña, pero no para entramparse en este momento en este cenagal de conflictos.
— Con la anuencia de mi director general y amigo, Benjamín Fernández Pichardo y del Consejo de Administración, tomaré unos días en fin de año. Nobleza obliga enviar a amigos, compañeros, lectores y demás, mis mejores deseos para que el Año Nuevo 2016 traiga consigo salud y bienestar. Volveremos Primero Dios, el domingo 10 de enero.
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