Cártel-22: Derrota anunciada

El sábado 28 de noviembre se llevó a cabo el examen de evaluación que la SEP había anunciado. El blindaje policial fue inédito en la historia oaxaqueña, ante la amenaza del Cártel-22 y de sus capos: RUBÉN NÚÑEZ, FRANCISCO VILLALOBOS y hasta AZAEL SANTIAGO CHEPI, que bogó en dos aguas: recorrió el sitio del examen antes y, posteriormente, se unió a los otros dos hampones para encabezar el desgarriate que acabó en enfrentamiento. Mientras miles de maestros -se estima en más de 4 mil- habían llegado ya al sitio del examen, afuera, los grupos violentos de “Los Pozoleros” y “Los Pelones”, infiltrados no por priistas –como dijo el ex dirigente ARISTARCO AQUINO SOLÍS- sino por el Frente Popular Revolucionario (FPR), grupos en la clandestinidad y otros, derribaban vallas metálicas, lanzaban cohetones, piedra y palos, en contra de la Policía Federal.

Los capos del Cártel recibieron una derrota fulminante en dos frentes: por un lado, los maestros que se presentaron al examen, simplemente desoyeron –o de plano les valieron- las amenazas de sus dirigentes y, por la otra, la amenaza de boicotear el citado examen, simplemente fracasó. La deslucida protesta es prueba fehaciente de que el llamado Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación (MDTEO), está haciendo agua. Y no desde el 21 de julio pasado, cuando el gobierno de GABINO CUÉ, les quitó de tajo el control administrativo y presupuestal del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), que fue la primera estocada, sino que los golpes han sido demoledores: la federalización de la nómina, el procedimiento de descuentos a quienes falten a sus actividades docentes y otros.

Movimiento desfondado es movimiento fracasado. La soberbia con la que NÚÑEZ GINÉZ y CHICO VILLALOBOS se expresaban de su movimiento y la forma en la que trataban a los funcionarios del gabinete, se ha tornado una reiterada súplica para pedir diálogo. Es evidente que la Sección 22, eje de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), está en la indigencia total: le fueron retirados los apoyos económicos que antes exigían con su manida estrategia: movilización-negociación-movilización, y por otro lado, perdieron el fondeo de multas y sanciones que imponían a la numerosa nómina de 81 mil mentores. Por si fuera poco, trascendió que a los dirigentes les fueron aseguradas sus cuentas. Hoy pues, son simples mendigos que viven de viejas glorias.  (JPA)