De paradojas y utopías 

Bloqueos: Amenaza perpetua

1).- Modelo Oaxaca: el mito

Los oaxaqueños hemos vivido en los últimos días, una escalada de abusos, atropellos y violación a nuestros derechos. La violencia y el riesgo de enfrentamientos están latentes. Es fin de sexenio. Un enjambre de organizaciones sociales y parásitos que viven de las marchas y bloqueos, arremetieron sin piedad contra el pueblo. Hoy con Alejandro Murat. Hace seis años con Gabino Cué y hace doce con Ulises Ruiz. Pero, ¿quién alentó la formación de este Frankenstein, con tantos tentáculos y membretes, que hoy suman más de 400? El gobierno. ¿Quién los utiliza políticamente –como a “Sol Rojo” y decenas más-? El mismo. ¿Quién los acostumbró a medrar del erario, abriéndoles la veta del presupuesto, que hasta su calendario tienen para venir a joder a los citadinos y llenar las alforjas? Pues el gobierno estatal, que al final se dobla como jamelgo cansado.

2).- Complicidad pactada

Desde que el Poder Ejecutivo estatal envía su proyecto de presupuesto anual, ya vienen etiquetados “los apoyos”, las obras, las concesiones. Y los diputados (as), antes la mayoría del PRI, hoy de Morena, lo aprueban sin más. Detrás viene el embute para cada uno (a). El infalible pago por evento. Además, tienen sus propios clientes. Por ello, los dirigentes o franquicitarios de grupos y organizaciones exigen a gritos y sombrerazos “sus recursos”.

Y la creación de nuevos membretes sigue al alza. Es el gran negocio. Sacarse la lotería. La industria del chantaje en su expresión más vil. Detrás de ella mueven los hilos personajes vinculados al PRI, a Morena, al PRD y otros. Algunos se sienten agraviados por el hoy gobernador. O por Paco Piza, titular de SEGEGO o por Jorge Toledo, de COPLADE. La idea de soltar a los perros, es joder a la ciudadanía inerme y prolongar el suplicio.

3).- El miedo a aplicar la ley

Los oaxaqueños estamos condenados a seguir como rehenes. En principio, porque se gobierna con miedo. Después del Síndrome de 2006 y luego el de Nochixtlán, el 19 de junio de 2016, nadie quiere llevar el sambenito de represor. Dos actos de autoridad –aunque mal planeados- nos condenaron de por vida. Si don Adolfo Ruiz Cortines dijo que para gobernar México a mediados del Siglo XX, se necesitaban sesos y huevos, aquí no hay ni unos ni otros. Pura demagogia, fuegos fatuos. En seis años no se ha visto un solo acto de autoridad; una sola postura enérgica de Estado. Sólo simulación y retórica. ¿Aprobará el Congreso local una iniciativa para regular o acotar los bloqueos y salvaguardar el clima de libertades? Jamás. La mayoría proviene de esa cultura.

4).- ¿Por qué seguimos jodidos?

Es esta anarquía, ingobernabilidad, amenazas a la paz social, a los derechos humanos, golpes al turismo, a las inversiones y al clima de estabilidad, lo que mantiene a Oaxaca a la zaga del desarrollo nacional. Organizaciones y grupos de vividores, sindicatos blancos y mafiosos, transportistas beligerantes, comuneros violentos, ambulantes, legisladores voraces y, sobre todo, una caterva de falsos redentores sociales, han hecho de esta entidad un Edén de impunidad, violencia y terror. Todo ello cuaja a la perfección con funcionarios timoratos, pero justificado por una casta política que, desde la derecha, el centro o la izquierda, sólo busca medrar de la pobreza de nuestra gente.

5).- ¿Seguiremos en las mismas?

La lectura de un episodio reciente: el desalojo de quienes bloqueaban el crucero del Aeropuerto, por vecinos de San Agustín de las Juntas, para el régimen que se propone ejercer el gobernador electo Salomón Jara, no es nada plausible. Será un serio desafío. Oaxaca ya no puede más. Nada bueno se le puede augurar, pese a que pudiera hablar el mismo lenguaje con quienes siguen teniendo como meta pervivir alargando la mano. Igual que a los grupos criminales, no les puedes quitar de golpe y porrazo lo que han logrado durante décadas: el dinero fácil, pero sí atacar su estructura financiera.

Es decir, eliminar los apoyos millonarios que hasta hoy han recibido vía presupuesto estatal. Más aún: darle a la ley el sentido verdadero de justicia. No más impunidad; no más agravios contra la sociedad civil; no más cotos de poder al amparo del miedo a ejercer el mando. Por hoy, está demostrado, el “diálogo y más diálogo” no fue la panacea para un estado convulsionado y un erario saqueado.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Lo dicho: el escándalo del llamado Cártel del Despojo, ha tomado un sesgo inesperado. El modus operandi descrito por el Subsecretario de Seguridad Pública federal, Ricardo Mejía y los hechos criminales que se le acreditan, harán mucho ruido. Es una pena que los coletazos puedan afectar el proyecto político del gobernador Alejandro Murat. Demasiado tarde para arreglar este entuerto.

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