Politica de suma cero 

El vice-fiscal Alberto Ramos, en la mira

A poco de haber tomado posesión como gobernador del estado, ALEJANDRO MURAT HINOJOSA, llegó a Ciudad Judicial, al edificio en donde despacha –o despachaba- el Fiscal General, JOAQUÍN CARRILLO, quien se dijo había sido nombrado Vice-Fiscal, ALBERTO RAMOS RAMOS. De inmediato tomó prácticamente el control de la dependencia, sin que nadie, de mayor rango, lo hubiera presentado, cumpliendo con los protocolos habituales. En menos de 24 horas había trascendido su historia, en la que nos enteramos que apenas el 8 de diciembre de 2016, días antes de presentarse en Oaxaca, RAMOS RAMOS, ex Fiscal en la delegación Venustiano Carranza, en la CDMX, había presentado su renuncia luego de ser acusado por uno de sus subalternos de haber recibido dinero para dejar en libertad a dos personas.

El procurador del Gobierno de la CDMX, RODOLFO RÍOS GARZA, reconoció la renuncia y los cargos que pesaban sobre el funcionario, luego de ser evidenciado por el encargado de la Agencia del Ministerio Público de dicha delegación, EZEQUIEL ANTONIO MAGAÑA, de haber recibido un soborno. No era la primera vez que RAMOS RAMOS estaba en el huracán, pues cuando fue delegado de la Procuraduría General de la República (PGR), en Tijuana, B.C., en el año 2000, cayó en una serie de contradicciones en torno a la desaparición del ex sub delegado de la dependencia, FELIPE PÉREZ CRUZ, quien fue comisionado a una investigación por La Rumorosa y desapareció.

No obstante este “bagaje” curricular, arribó a Oaxaca en los primero días del actual gobierno, con una actitud poco institucional, ignorando seguramente, que el cargo de Fiscal General lo valida el Congreso del Estado. Con ese afán de soberbia y prepotencia, se cobijó con un nutrido grupo de guaruras, quienes en menos de dos meses han hecho con el parque vehicular, un desastre. Apenas el jueves, dos elementos femeninos de investigación que colaboran con RAMOS RAMOS, siniestraron un tercer vehículo asignado a la Fiscalía General. Para no chocar con él o entrar en disputas, el verdadero Fiscal General, JOAQUÍN CARRILLO, ha tomado la prudencia de despachar en el edificio de La Experimental, mientras el vice-fiscal, sin cargo oficial, ni toma de protesta, menos el reconocimiento de instancias superiores, mucho menos ratificado por el Congreso, hace y deshace en la Fiscalía General. La pregunta es: ¿Sabrá de esta situación anómala, perniciosa y poco institucional, el gobernador MURAT HINOJOSA?

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