Urge revisar el estado físico de los mercados del Istmo

Tehuantepec.- Los mercados de Salina Cruz y Tehuantepec padecen del mismo dolor, en ambas su estructura año con años se deteriora, porque registran una antigüedad entre los 35 y 38 año de haberse edificado.
Por un lado, el mercado Jesús Carranza de Tehuantepec localizado entre las calles Juana C. Romero y 22 de marzo fue construido hace 38 años aproximadamente y aún conserva el 40 por ciento de su arquitectura a pesar de haber sufrido cambios por tratar de conservarlo.
Para Floriberto Hernández Sebastián, quien ha sido en dos ocasiones representante de la unión de locatarios, aseguró que ese inmueble se resiste a desplomarse a pesar de que ha pasado un sin número de temblores de mediana y gran magnitud.
Aparte, dijo de los cambios que se han hecho en la losa, piso, paredes, pero aun continúa de pie, por lo que consideró que es importante que se le siga dando el mantenimiento por las autoridades municipales.
“Desde hace veinte años que tengo vendiendo al interior, es escuchado un sinfín de promesas, entre ellas que lo van a demoler para construir uno de dos niveles, pero solo han quedado en eso promesas”, expresó.
Aquí, dijo muchos locatarios han dado su vida comercializando una serie de productos y se han muerto con esa promesa de cambiarlo, pero seguiremos “soñando la justicia que algún día llegue”.
En ese inmueble alberga a no más de 300 locales, entre los que destacan carnes, pollo, alimentos, comida, ropa, calzado, frutas y dulces de temporada.
Otro de los problemas que enfrenta el mercado es que sus pasillos están copados por comerciantes que venden aguas frescas y dulces típicos quienes colocan sus canastos impidiendo el libre paso.
En el caso del mercado de Salina Cruz que tiene 35 años de antigüedad, los locatarios explicaron que es importante que se revise la estructura al cien por ciento porque las tres naves ya están un poco dañadas.
En ese inmueble de acuerdo con Oswaldo Castillo, representante de un grupo de locatarios, dijo que hay más de 400 locales en donde se expenden diversos productos sobre todo comestibles.
Pero el problema radica en sus instalaciones, eléctrica, drenaje, agua y seguridad, las cuales enfrentan deterioro y serios problemas que han impedido el buen funcionamiento de la misma.
Dijo que eso es responsabilidad de Protección Civil para dictaminar y saber el estado que guarda el inmueble físicamente y se descarte algún riesgo.
