Istmo 

Urbaneros caos vial y desorden

SALINA CRUZ, OAX.- Todos los días, unos 100 camiones del transporte urbano desquician las vialidades estacionándose en doble fila, cortando la circulación y provocan el 20 por ciento de los accidentes en el Municipio.

Con estas anomalías y estadísticas, la policía vial y el ayuntamiento no cuentan con un plan de reordenamiento vial para meter en cintura a los conductores y así reducir estas incidencias que se vuelven cotidianas.

En la zona que comunica de la avenida de los Cuatro Carriles a la avenida Manuel Ávila Camacho más de doce parabuses, sitios que se han convertido un dolor de cabeza para poder ordenar los autobuses del transporte público.

Tan solo en lo que corresponde a la zona centro, en ese circuito están situados más de nueve elementos encargados de agilizar el tránsito vial, pero en ocasiones se ven rebasados y les dificulta hacer su trabajo.

En ese circuito hacen base cuatro líneas Upsus, Usupac, Antofersa y Turistico que por estar cumpliendo con un horario tienen que andas a las prisas y eso ha propiciado una serie de accidentes viales.

El transporte público sigue sin tener una solución que día a día se va agravando por la falta de planes municipales para descentralizarlos de la zona centro.

José es un operador de microbús que cubre la ruta Refinería, reconoció que su trabajo es complicado y estresante, porque tiene que lidiar con sus mismos compañeros para rendirle cuentas al final del día a su patrón.

“Tenemos que estar jugándonos el pellejo todos los días, porque no sabemos en qué momento puedes atropellar a una persona. Todo porque estamos limitados a un tiempo para cumplir con nuestra ruta”, precisa.

Sin dar mayores detalles que cuánto es lo que ellos tienen que recaudar por una jornada de 05:00 horas (mañana) hasta las 21:00 horas (noche). Lo que sí dejó en claro es que diariamente hay quejas de los usuarios o automovilistas, pero dijo que hay que entender que también están desempeñando su trabajo como cualquier otra persona.

Asimismo, aseguró “hemos recibido un recordatorio de nuestra mamá, insultos y hasta nos quieren agredir, lo que hacemos es no caer en provocaciones, porque terminamos por ser los malos y nos infraccionan”.

Subrayó que la mayoría de sus compañeros no están inscritos a un programa de salud, carecen de prestaciones que marca la ley. “No hay vacaciones, si no trabajas no hay paga”.

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