Tránsfuga y defección: El premio (I)

“Y el principal estímulo de los traidores,
es que los buenos se quedaron callados”
Cornelio Tácito, Historias, Libro I, 38, p. 78

1).- Introducción a tono

La lectura pausada de algunos autores de la literatura grecorromana, realizada en los últimos tiempos: Heródoto, Jenofonte, Platón, Titio Livio, Tácito y Julio César, entre otros, me dejó en claro que, el mundo actual y la división territorial no se pueden explicar sin las guerras de conquista de la antigüedad, la lucha por el poder, el saqueo y el botín. Pero también por las traiciones, las defecciones y los pactos secretos. Además de la tránsfuga, de la entrega de plazas y guarniciones al enemigo. Sin duda, de las delaciones y las conjuras. Pueblos enteros: argivos, aqueos, medos, campanos y muchos más, se entregaban sin más al vencedor.

Sin embargo, la cloaca político-partidista mexicana de hoy, haría palidecer a muchos generales y reyes como Filipo de Macedonia, Leónidas de Esparta, Aníbal de los cartagineses o Publio Cornelio Escipión de los romanos. Éste, jamás habría ganado la II Guerra Púnica, sin la traición de Sífax o Masinisa, reyes númidas o la defección de sicilianos, galos e hispanos. La historia pues, de tránsfugas y traidores, es bastante larga. En México se ha vuelto el deporte de moda. La especie que más abunda es el político ruin y trapecista; abyecto y oportunista. Un día disfruta las mieles del poder pintado de un color; mañana amanece maquillado con otro. Y sin rubor alguno. A eso llaman praxis política Así califican el chaqueteo.

2).- El affaire Murat

Entre el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, a) Alito y su tocayo y entrañable amigo, Alejandro Murat, hay una gran coincidencia: el primero abrió la cepa para enterrar a su partido; el otro lo sepultó en Oaxaca. Desde su misma nominación como candidato a la gubernatura, concitó los arreglos y connivencias más oscuras. Se modificó la Constitución local para abrirle la puerta a quien no había nacido en la entidad. El argumento fue privilegiar el ius sanguinis. Su juventud, enjundia y cercanía con el ex presidente Enrique Peña Nieto, hicieron acariciar entre la ciudadanía un atisbo de esperanza y buen gobierno. Nada ocurrió. Seguimos arrastrando el lastre del atraso.

Desde el arribo a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, en 2018, Murat, así, literal, se echó a sus pies. Más de 20 veces el Atila tabasqueño visitó la entidad. Nunca entregó ni obras ni recursos. Puro discurso; puro proselitismo. Entre tanto, el PRI –el partido que llevó a la gubernatura a AMH- hacía agua, tocaba fondo. Siete dirigentes al frente del Comité Ejecutivo Estatal (CDE), en un sexenio, da cuenta de la inestabilidad y falta de timón. Aunque desde la CDMX le daban cuerda, derrota tras derrota.

El cachorro sólo se encogió de hombros. Dejó hacer; dejó pasar. Empero, en el pecado llevó la penitencia. De 2017 a 2021 trajo el Santo de espaldas. Sismos, huracanes y pandemia. Más que disfrutar el cargo lo padeció. Hasta corrió con suerte. El 16 de febrero de 2018, sobrevivió a la caída de un helicóptero militar en Santiago Jamiltepec, con saldo de 14 muertos, que se refugiaban ante un fuerte sismo. Amén de nada de obras relevantes. Las pocas para justificar adeudos millonarios, siguen en radar del gobierno de Salomón Jara y de la Contraloría estatal. Pero nada más.

3).- La historia se repite

En 1999, arranque del gobierno de José Murat, el ex presidente Ernesto Zedillo le dio un calambre: primero designó Subsecretario y después titular de SEGOB a su antecesor, Diódoro Carrasco. El de Ixtepec tragó sapos. Pese a ello, DCA se mantuvo al margen de la política estatal. Respetó la investidura de su sucesor, quien la trajo contra algunos de sus colaboradores en abierta venganza. Hoy, con el ardid de que “Alejandro nos ha ayudado mucho” y la sumisión al líder de facto de Morena, AMLO lo impone a empujones –no es otra cosa- en el número 13 de la lista plurinominal al Senado de la República. En lugar de guardar silencio como premisa de remota gratitud, AMH ha abjurado del partido que le entregó la gubernatura. Y que él, a su vez, cedió a sus hoy correligionarios-. Veloz como Flash Gordon, cambió de piel y de discurso.

Desde hace meses –suponemos- Jara Cruz veía venir el revés. No es Mario Delgado; es AMLO. ¿Malquerencia del septuagenario presidente? No. Es el capricho de un autócrata. Ya lo placeó como invitado ex officio a la inauguración de una obra que –no es un secreto- ni empezó ni terminó: la carretera Barranca Larga-Ventanilla. De llegar, tendrá fuero. También impunidad respecto a cuentas pendientes u obras malhechas. Y cerramos con una cita ad hoc: “un tránsfuga que se pasa al enemigo sin algo importante qué entregar, no es más que un cuerpo aislado, de escaso valor y nula consideración”. (Tito Livio, Historia de Roma (II), Gredos, Barcelona, 2022, Libro XXII, 22.7, pp. 127-128). Y va no sólo para AMH, sino para toda esa fauna ominosa de chapulines (as), que sólo generan pena ajena. (Continúa…)

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Mientras el gobernador Salomón Jara insiste en su cruzada de combate a la corrupción, algunos de sus colaboradores siguen en la rapiña. En este supuesto estarían el titular del Colegio Superior para la Educación Integral Intercultural de Oaxaca (CSEIIO), René Vásquez Castillejos y su staff de ex funcionarios del anterior gobierno que colaboran con él. Compra de facturas, adjudicaciones directas y simulación de adquisiciones. El aspirante a la presidencia municipal de su natal Juchitán de Zaragoza, por MORENA, autorizó pagos por 5 millones de pesos, en facturas que fueron expedidas por diversos comercios de material eléctrico, en sólo 3 días: del 21 al 24 de noviembre de 2023. Hay tela para destapar la cloaca.

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