The Jurassic Park: Regreso con gloria
A tres meses del inicio del gobierno de ALEJANDRO MURAT, en efecto, se empiezan a perfilar algunos cambios. Un balance crítico de lo que ha hecho cada uno en las áreas cuya responsabilidad les fue asignada, daría muchas sorpresas. No es descabellado pues que empiece a echar mano de especímenes del Parque Jurásico, aunque desde el mes de enero, ya se advirtió en retorno de la vieja guardia, que hace realidad el legendario cuento corto de Augusto Monterroso: “Y cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.
El primer dinosaurio en el gabinete es justamente CELESTINO ALONSO, titular del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (COPLADE). El funcionario ha repetido en dicho cargo, desde el gobierno de PEDRO VÁSQUEZ COLMENARES, aunque durante el de JOSÉ MURAT fue también Secretario General de Gobierno. Aunque nadie le puede regatear talento y experiencia, tampoco le niegan cansancio y menos creatividad. A tres meses de haberse iniciado la administración de MURAT HINOJOSA, el Plan Estatal de Desarrollo, 2016-2022, cuya responsabilidad le fue asignada, brilla por su ausencia.
Pero hay otros miembros más del Pleistoceno tardío: JOSÉ GUZMÁN SANTOS, conocido como “Pan-bimba”, despacha en Tránsito del Estado, en tanto que RICARDO DORANTES MORTEO, es el Director Jurídico del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) y GILBERTO GAMBOA MEDINA, es el Oficial Mayor de la misma institución, entre otros. ¿Habrá pues que sorprenderse de que el ejecutivo estatal haya invitado a RAÚL BOLAÑOS CACHO GUZMÁN para hacerse cargo del Tribunal Superior de Justicia, en sustitución del magistrado ALFREDO RODRIGO LAGUNAS RIVERA?
Por supuesto que no. Siempre se dijo que el equipo joven de compañeros en las tareas en el Estado de México o el INFONAVIT; correligionarios en las universidades, el ITAM o Columbia University del gobernador, habrían de requerir de manera obligada, la cobertura de la vieja guardia. La gobernanza oaxaqueña no es labor de aficionados ni, mucho menos, de aplicar la sentencia aquella de “echando a perder se aprende”. Los “yupies” necesitan –aunque se resistan- del Parque Jurásico; de algunos viejos carcamanes y cartuchos no tan quemados, que si bien sorbieron la sabia nutricia del PRI, hubo algunos como es el caso de BOLAÑOS CACHO GUZMÁN, que incursionaron en otros partidos. La curva del aprendizaje del nuevo equipo gubernamental, parece estarse tardando demasiado. La sangre para renovar los cuadros, no es precisamente joven y renovadora. (JPA)