Taxistas cometen el mayor número en accidentes viales

SALINA CRUZ. En dos meses, taxistas de diversos sitios han cometido 23 accidentes automovilísticos con saldos negativos. En donde el 70 por ciento ha evadido su responsabilidad al huir del incidente.

El último percance ocurrió fue sobre la avenida de los Cuatro Carriles esquina con Camino Viejo en la colonia Jesús Rasgado.

Pese a que los responsables de la vialidad han advertido aplicar sanciones que van desde la suspensión de la licencia por tres meses hasta por tiempo indefinido. Además de tres días de arresto como sanción.

Eso no ha sido obstáculo para que los ruleteros que prestan el servicio a unos 100 mil habitantes distribuidos en colonias, barrios y agencias, sigan cometiendo accidentes automovilísticos.

El parque vehicular de enero del 2016 a mayo del 2017 se incrementó considerablemente, de acuerdo con la Secretaría de Vialidad y Transporte se tenían 650 unidades registradas.

Sin embargo en este último año se incrementaron 100 unidades más, provocando una saturación que deriva mayor competitividad entre los taxistas por conseguir la cuota que les fijan sus patrones, baja de rendimiento y mayor movilidad que propicia los accidentes viales.

“Hemos estado dialogando con los concesionarios y secretarios generales para sensibilizar a los taxistas a que respeten al peatón, los límites de velocidad y que la unidad esté en óptimas condiciones para prestar un servicio de calidad a los usuarios”, señaló el jefe de la policía vial del estado.

De hecho, un taxista del sitio Unidad Independiente lesionó a una señora de aproximadamente 40 años de edad, sobre la avenida de los Cuatro Carriles al momento en que cruzaba y el ruletero no se fijó y la embistió.

Y añade el responsable de la vialidad “a mayor número de unidades, mayor también es el número de accidentes, por lo que buscamos la forma de solicitarles que sean más consientes los ruleteros”.

No obstante, otro de los percances viales ocurrió sobre la avenida Teniente Azueta en donde un taxista atropelló brutalmente a un comerciante de raspados, lesionándolo de consideración. Pero el ruletero huyó de la escena del incidente sin afrontar su responsabilidad.