Seguridad: Los otros datos

“Nunca faltarán mentirosos, mientras haya quien les crea”
Flavio Josefo, La Guerra de los judíos, Tomo I, Libro 1, 482, p. 150

1).- Los homicidios, una realidad

El alto índice de criminalidad que vive el país es una realidad inobjetable. Y el que padecemos en Oaxaca también. Insistir en que somos de los estados más seguros de México, cuando la percepción ciudadana asume todo lo contrario es, sencillamente, un despropósito si no es que una estupidez. Es, para usar el lenguaje de moda: políticamente incorrecto. El ardid de la entidad segura se viene arrastrando desde el gobierno de José Murat (1998-2004) hasta la fecha. Gobiernos van y vienen y el ciudadano sigue escuchando la misma cantaleta. Es como la propaganda de Joseph Goebbels, quien sugería repetir mil veces una mentira para hacerla verdad.

La estrategia jamás le funcionó al ex presidente López Obrador. “Es culpa de los adversarios, los conservadores, la mafia del poder”; “es herencia de Calderón”; “nosotros no vamos a enfrentar a los criminales, los vamos acusar con sus mamás”. Un catálogo de peroratas inútiles que, en los hechos, jamás salvaron a México del desolladero cotidiano. Entre el 6 y 7 de noviembre se dieron en Oaxaca, al menos, 11 ejecuciones: 2 mujeres triquis; 6 guardaespaldas ultimados en la Colonia Reforma y 3 presuntos choferes, se dice que ligados al tráfico de migrantes, incinerados en un vehículo por Huitzo. Si esto es una entidad segura, ¿cuántos homicidios, ejecuciones o ajustes de cuentas criminales se requieren para ser insegura?  

2).- Grupos delictivos: amenaza permanente

El pasado 15 de noviembre, el gobernador Salomón Jara rindió su II Informe de Gobierno en Juchitán de Zaragoza. Una de las ciudades que ha sido calificada como de las más violentas en el país. Ahí la muerte tiene permiso. Una tierra de nadie… sólo de la maña. Al día siguiente amaneció blindada por fuerzas policiales estatales y federales. ¿Motivo? La ejecución de tres sujetos. Uno de ellos en La Ventosa, armado con un fusil AR-15. Tierra natal de al menos una decena de funcionarios del gabinete estatal. Algunos, desde sus cargos, estarían alentando o protegiendo a las bandas locales y grupos criminales. El doble trienio municipal que inició Emilio Montero, hoy flamante titular del IEEPO y continúa su compinche Miguel “Quetu” Sánchez Altamirano, ha sido el más sangriento.

Parada obligada de autobuses de pasajeros de segunda clase que provienen de Chiapas, ha sido el crucero de Juchitán. Son abordados por sujetos torvos, armados, que exigen identificación a los nacionales y dinero a los migrantes. Las corporaciones se hacen de la vista gorda. Ocurren secuestros a la vista de todos. Como el caso de una joven alemana, originaria de Berlín, que fue sometida con violencia hace un par de meses y subida a una moto-taxi. Ante la omisión de nuestras autoridades, se sabe que fue la Interpol quien habría venido por los responsables. Pero para el gabinetazo de seguridad, todo va viento en popa. Los mismos rostros de cada semana: Jesús Romero, titular de la SEGO; Iván García de la SSPyPC y Karina Barón del SESESP. Y la perorata de siempre: “vamos bien”.

Colofón

Aunque no se publicitó como las masacres de Querétaro, el Estado de México o Villahermosa, con su rosario de muertos, el 7 de noviembre tuvimos la nuestra en la Colonia Reforma. Nada pues para echar las campanas al vuelo. A Oaxaca le hace falta una “operación enjambre”, como la que se llevó a cabo en el Estado de México, empezando por Juchitán. Vamos a ver cuántos caen –o se suicidan-. Hay que sugerirle al gabinete citado “a bajarle dos rayitas”, igual que el ejecutivo estatal invitó al ex dirigente de la CTM, hoy de CIT-FITO, Marco Sánchez. Nadie cree que Oaxaca sea “casi el paraíso” de la paz y la tranquilidad.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL: 

— Trascendió que la presentación del nuevo presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), en la recién estrenada LXVI Legislatura del Estado, Benjamín Viveros Montalvo, tuvo un impacto brutal en aquellos (as) diputados (as), que vienen arrastrando o pretenden seguir con los vicios del pasado. Nada más les dijo que habrá austeridad y adiós a las constructoras y los negocios en sus distritos. Obvio, también al pago por evento. Austeridad y mesura. ¡Duro y a la cabeza!

— Para aquellos trasnochados que sueñan con estar siempre en el poder, un breviario: Juvenal recuerda al poderosísimo Jerjes de Persia, que fue derrotado por Temístocles en Salamina, en 480 a.C. y se pregunta: “¿y cómo regresó el rey luego de tanto poder? Con una sola nave, que bogaba en un oleaje sanguinolento, apretujándose cadáveres en proa y popa. La gloria deseada no le fue eterna”. (Sátiras, Gredos, Barcelona, 2022, Libro IV, Sátira X, 180-185, pp. 194-195).

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