SEGEGO: No más excesos de CENEO

Desde el lunes pasado, algunos miembros –no representan a todos- del sistema de Normales en el estado, han estado cometiendo una serie de atropellos y bajezas. El lunes cerraron vialidades; el martes bloquearon Avenida Universidad en ambos sentidos; miércoles secuestraron autobuses, cerraron la terminal de Primera Clase y retuvieron a decenas de vehículos de diversas negociaciones y ayer jueves, bloquearon los accesos a la Planta de Suministro de PEMEX, no sin antes “ordeñar” pipas de combustible y llevárselo en tanques y bidones. Excesos que no son protestas, sino actos de provocación e ilícitos que están tipificados como delitos graves en la ley.
Para el pueblo oaxaqueño acabó el infierno de la CNTE/Sección 22 y ahora es el de los normalistas. Salvo que éstos actúan casi como si fueran intocables y orates. He ahí el por qué se ha exigido al gobierno de GABINO CUÉ que aplique la ley. Como lo dijo en entrevista el Secretario General de Gobierno, CARLOS SANTIAGO CARRASCO, la Sección 22 prácticamente se ha deslindado de estos vándalos y porros, la sociedad exige un poco de paz y gobernabilidad. Es evidente que hay quienes siguen moviendo las aguas con un afán perverso. El gobierno ha pecado de tolerante y temeroso.
Ayer, cuando los vándalos –no se pueden llamar de otra forma- saqueaban el combustible, resultó una afrenta a la sociedad que la Policía Estatal ni siquiera asomara la nariz. Simplemente se ha dejado hacer y dejado pasar, dando la imagen de que no hay gobierno. Y los normalistas siguen cometiendo abusos y atropellos, ante un Estado que simplemente se ha encogido de hombros. Aprovechando las vacilaciones del gobierno federal y las negociaciones con el titular de la SEGOB, MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, ya se montaron sobre la exigencia de que quieren plazas automáticas, lo cual habrá de vulnerar aún más la Reforma Educativa.
Si lo dicho por el titular de la SEGEGO, SANTIAGO CARRASCO, en el sentido de que si se “siguen realizando este tipo de acciones radicales, el Estado tiene la obligación de poner el orden”, ya es tiempo de ponerles un alto, antes de que sus acciones radicales vayan a tener un desenlace más grave. El ejemplo que puso en Michoacán, el gobernador SILVANO AUREOLES, puede servir como instrumento para evitar más vandalismo y que estos malos aprendices de maestros, vayan creciendo en un ambiente de impunidad, que se habrá de exacerbar cuando cuenten con sus plazas docentes. (JPA)

