Coordenada 21 

REFORMA Y RESISTENCIA Por Samael Hernández Ruiz

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Por Samael HERNÁNDEZ RUÍZ

La resistencia a la reforma educativa y particularmente a la evaluación del desempeño docente, es un proceso cuya continuidad debe analizarse en su contexto y en referencia a los múltiples actores que la componen.

Por otra parte, la reforma educativa es igualmente un proceso que debe observarse a partir del beneficio que brinda a los niños y jóvenes del país, a la luz de sus objetivos generales, su propuesta pedagógica y la forma en como se aplica. Comenzaré por describir esto último.

El objetivo general de la reforma educativa, se ha dicho, es ofrecer a los niños y jóvenes de México una educación de calidad, como quiera que se entienda esta última, aunque al parecer se toma en referencia a los resultados de las mediciones nacionales e internacionales que se han aplicado en nuestro país a los escolares. La idea de mejorar la calidad de la educación, así entendida, pasa por la mejora de la calidad de los docentes mexicanos; al menos así parece entenderse por las reformas legales y las declaraciones de los políticos mexicanos.

Por otra parte, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), adoptó un concepto de calidad educativa que va más allá de los resultados de mediciones a los escolares y es mucho más compleja; aunque enfatiza el desempeño docente, no se limita a él.

¿Qué debemos entender entonces como calidad educativa cuando este término aparece en las reformas legales, los documentos programáticos, los acuerdos y discursos de los funcionarios tanto federales como estatales? ¿Qué hay de los otros factores, además del docente, que influyen de algún modo en la calidad de la educación, tal y como la concibe el INEE? Una de las dificultades para entender la reforma educativa parece residir en su ambigüedad.

Las primeras acciones del poder ejecutivo federal, fue iniciar los procesos de “regularización”, más que del presupuesto educativo de los estados, de la nómina del sector educativo en las entidades federativas. La posibilidad de afectación a los trabajadores de la educación causó pánico en todo el país y más en los estados pobres como Oaxaca, donde se hablaba de la posibilidad de más de 20 mil afectados, un verdadero desastre.

¿Qué fue lo que sucedió con dicha regularización? No lo sé, porque ni la SEP, ni los gobiernos de los estados han hecho transparente qué fue lo que sucedió finalmente con las nóminas. En el caso de Oaxaca, lo que se sabe es que el número de trabajadores se incrementó a 81 mil; pero no sabemos qué sucedió con las prestaciones laborales ni con los privilegios que, reflejados en la nómina, beneficiaban a la minoría dirigente de las secciones sindicales del SNTE y de la CNTE.

La segunda acción del poder ejecutivo federal fue iniciar los procesos de examen de ingreso y posteriormente los de desempeño. Debo aclarar: llamo examen a lo que se ha hecho con los aspirantes y a los docentes en servicios, porque eso es, una prueba, un examen, porque una evaluación ni se reduce a un examen ni se  limita a la mera medición; es algo mucho más complejo, asociado al proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que sin esa asociación, al menos en educación, ninguna evaluación tiene sentido.

Por las declaraciones que los integrantes de la Junta de Gobierno del INEE hicieron recientemente, el examen aplicado no fue construido bajo los criterios metodológicos  propuestos por ellos. Por otra parte, la forma en como se está realizando, mediante muestreos, no corresponde con lo usual en los procesos administrativos. Finalmente, la resistencia a dichos exámenes en algunos estados, la forma de su organización y aplicación lo hacen muy costoso, si se consideran otras posibilidades. Dicho lo anterior, me parece que la manera en como se está aplicando este componente de la reforma debe modificarse.

Finalmente, una reforma educativa debe nutrirse se la cultura que constituye su medio; ningún proceso puede calificarse de educativo sino parte del sustrato cultural que le es propio y sin el cual, no puede concebirse la formación del educando y esto vale para la formación de sus maestros. Por ejemplo, la experiencia exitosa de Finlandia no puede trasplantarse a ningún otro país, porque responde y se nutre de la cultura finlandesa; puede asumirse el principio general de su éxito y aplicarse en condiciones diferentes; pero no debe calcarse tal cual.

Siguiendo ese orden de ideas, México tiene una gran experiencia pedagógica que no debe ser ignorada y tiene a los académicos y docentes con suficiente capacidad como para innovarla y aplicarla con éxito y creatividad.

En cuanto a la resistencia a la reforma educativa y en particular al examen docente, ésta, deriva del miedo a perder el empleo, que es el caso de la mayoría de los maestros, del temor de la burocracia dirigente a perder sus privilegios, otros, los menos, del compromiso sincero de un cambio social y del deseo de algunos de corregir el rumbo de lo que consideran equivocado.

En el caso de la mayoría, los maestros, ni tienen la información que necesitan para comprender lo que está sucediendo y cuáles son sus deberes y derechos en esta reforma, ni los canales adecuados de comunicación con las autoridades que la impulsan.

Por el lado de la dirigencia sindical, en el caso de la Sección XXII del SNTE (S22),  se observan tensiones al interior. Aún y cuando han decidido darle voz a sus militantes experimentados, les resulta muy difícil construir una salida política que no sea calificada de traición y más aún, someterla a la aprobación de la asamblea estatal. El horizonte que torna esto más complicado es el cambio de la dirigencia sindical a finales del 2016. Todas las expresiones preparan sus mejores armas políticas y están dispuestas a aprovechar el menor desliz de sus eventuales contrincantes.

Algunos de los trabajadores de la educación comprometidos con un cambio social de fondo, califican la actitud de su dirigencia como entreguista y aprueban una profundización de la lucha que la amplíe a escala nacional, aglutine a otras fuerzas sociales y llegue incluso a la huelga nacional.

Los acuerdos tomados e instrumentados hasta ahora por la CNTE, coinciden en cierta forma con esta propuesta. Se están fortaleciendo las relaciones de las secciones disidentes de Chiapas y Oaxaca; las acciones de presión contra la reforma educativa y la “evaluación punitiva” se realizaron del 27 al 29 de noviembre con más o menos éxito. Mientras esto ocurría, en Campeche se realizaba la III reunión nacional de padres de familia y tutores en apoyo a la lucha de la CNTE, misma que  ha decidido hacerle un juicio político a su antiguo aliado el gobernador Gabino Cué Monteagudo el 1º de diciembre y hacer coincidir este hecho con la reunión en Oaxaca de su dirección política nacional ampliada, para, entre otras cosas, preparar la macha nacional  por la libertad de su presos el 14 y 15 de diciembre.

Mientras la CNTE responde con sus decisiones tanto a las expectativas de su burocracia directiva y a quienes definen sus propósitos de cambio  más allá del ámbito educativo, al interior del movimiento magisterial se van conformando corrientes de expresión que buscan construir una solución con las autoridades, poniendo por delante el respeto a los derechos de los trabajadores de la educación y una reorientación de la reforma educativa; todo esto, al margen de la dirigencia formal.

La oposición a la reforma y la reforma misma, continúan entrecruzándose con sus aciertos, errores y contradicciones internas. El resultado, cualquiera que este sea, no se puede predecir, en el mejor de los casos, sólo es posible incidir para construir un futuro que responda mejor a nuestras expectativas. La conclusión de todo lo aquí expuesto, le queda al lector como tarea.

 

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