Politica de suma cero 

PRI a la baja y sin rumbo

 

Las últimas encuestas a nivel nacional, respecto al panorama político del 2018, revelan una realidad que todo mundo sabe, pero aún no se devela plenamente: el PRI, que a nivel nacional preside ENRIQUE OCHOA REZA, está a la baja, frente a la creciente figura de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y el repunte de MORENA. Ni siquiera es la segunda fuerza, que ahora se ubica en el Partido Acción Nacional (PAN), sobre todo, si lleva como candidata a la presidencia a MARGARITA ZAVALA, que se ha ubicado por encima del dirigente nacional, RICARDO ANAYA CORTÉS, y aún del ex gobernador de Puebla, RAFAEL MORENO VALLE.

Pero si las cosas a nivel nacional pintan mal para el tricolor, en vísperas de su 22ª. Asamblea Nacional, en donde se anticipa una verdadera cena de negros, en Oaxaca el panorama es realmente patético. El tricolor, bajo la dirigencia de GERMÁN ESPINOSA SANTIBÁÑEZ y JULIETA FAMANÍA RUIZ, se ha sumergido más en el fango de la división y la pérdida paulatina de fuerza. Desde hace al menos un mes se sabe que el primer priista del estado, el gobernador ALEJANDRO MURAT, ha invitado a algunos miembros del gabinete para hacerse cargo del Comité Directivo Estatal (CDE) y relevar a la dupla ESPINOSA/FAMANÍA. Nadie ha aceptado. Lo interpretan como un suicidio político.

En éstos hay molestia, indignación e incredulidad de que las cosas marchen mejor. Los golpes bajos están a la orden del día. ESPINOSA –se dice- hace verdaderos milagros para paliar la situación de los comités municipales, sectoriales y demás, con el raquítico presupuesto de 1 millón de pesos mensuales. Por su parte, hace poco más de una semana fue relevado del cargo de Subsecretario de Planeación en la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (SINFRA), ALEJANDRO AROCHE TARASCO, esposo de FAMANÍA RUIZ. El tema fue –trascendió- la liga familiar con una empresa constructura que fue beneficiada por el anterior delegado de la SCT, HÉCTOR CASTAÑEDA MOLINA, hoy con un cargo similar en el estado de Morelos.

Lo que no han entendido los operadores políticos que han copado por completo al gobernador MURAT HINOJOSA, es que el año electoral inicia exactamente en un mes y no se advierte por ningún lado, que el otrora poderoso tricolor que tuvo en el proceso del año pasado un leve repunte y ganó la gubernatura, tenga los ánimos suficientes para ganar más espacios, en un panorama complejo y adverso, como será el proceso de 2018. Al menos no se percibe por ningún lado, que haya el menor propósito de que gane ni siquiera un distrito federal o local. Así están las cosas. (JPA)

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