Populismo versus sociedad civil
Para Alma Bernal, con afecto
1).- La irrebatible realidad
En marzo de 2005, posiblemente con afán premonitorio, la revista Letras Libres dedicó su ejemplar mensual para analizar “el abc del populismo”. Al menos cuatro estudiosos del tema escribieron al respecto: Juan José Sebreli, Alfredo Barnechea, Álvaro Vargas Llosa y Marcos Aguinis. Y concluyeron en lo siguiente: “el populismo se basa en una entidad supraindividual llamada pueblo, capaz, al parecer, de tomar decisiones; le da la espalda a las instituciones y a la ley, confiado en la susodicha entidad; es dadivoso y asistencialista; gasta lo que no tiene; se nutre de la polarización clasista; aunque su esencia es el pueblo, se concentra en los designios de un líder tan providente como endiosado; es antimoderno; su aspiración es una utopía arcaica…” (Letras libres, Año VII, Núm. 75, 2005, pp. 10-42).
Y va más allá: “nuestra proverbial fragilidad democrática y nuestra alarmante incultura masiva se unen en peligroso tálamo para dejar paso al hábil oportunista, al líder providencial, al demagogo victimista”. (Ibid). Uno a uno los razonamientos se constatan en nuestras vivencias hoy en día. Rogert Bartra calificó al populismo de López Obrador, como un neo populismo de derecha. Ello, gracias a la onmipresencia de las Fuerzas Armadas, Ejército y Marina. Constructores de aeropuertos, líneas férreas y hospitales, empresarios, aduaneros, en labores policiales, matraqueros y palafreneros. La consabida y mil veces repetida frase del gran historiador don Luis González y González: son enfermeros, profilácticos y salutíferos.
2).- Populismo vs sociedad civil
Una de sus visiones más burdas es ver al pueblo como una abstracción y al ciudadano como un componente inconsciente del mismo. Reniegan de las contradicciones y de la disidencia. En 1990, Ralph Dahrendorf, ex rector del St. Anthony´s College de la Universidad de Oxford, advertía del riesgo de la sociedad civil ante agentes que dicen actuar por la voluntad del pueblo. “El ataque totalitario –decía- que ve a las instituciones civiles como obstáculos para el ejercicio de un poder total”, citando a James Madison en los Federalist Paper´s. (“Sociedad civil amenazada”, en Nexos, octubre de 1990, pp. 18-19). En el populismo pues, no hay espacio para las organizaciones libres, pese a que las mismas no busquen el poder. La intolerancia y el fanatismo trata de pulverizarlas. Lo hemos visto ya en México.
En los perfiles populistas, más que en la democracia participativa, hay una tendencia a medirse por una incierta simpatía popular. Y para algunos eso es todo. El historiador marxista, Eric Hobsbawm, afirma que el fascismo fue el antecedente inmediato del populismo, por aquello de eliminar a los adversarios en cuanto a la transferencia total de poder. “Una vez conseguido ya no hubo obstáculo para la dictadura ilimitada de un líder populista supremo”. (Historia del Siglo XX, Crítica, Barcelona, 2003, p. 133). Fascismo y nazismo hicieron creer a sus fans, que eran el movimiento del futuro (Ibídem).
Zymunt Bauman va más allá. Reconoce que los miedos que ha dejado el Estado neoliberal son recogidos por los populistas. Pero lejos de reducir esos miedos buscan expandirlos para salir al final como salvadores de la Nación. (Daños colaterales, FCE, México, 2015, p. 30). Por ello, una más de sus características es echarle la culpa de todo a otros y escurrirle al bulto de su propia responsabilidad.
De colofón:
Las citas son referencias de pensadores con las que llegamos a coincidir que los resabios populistas que estamos viviendo en México, son un riesgo –y se ha probado- para toda aquella organización que provenga de la sociedad civil y de la decisión ciudadana. El fanatismo devenido fundamentalismo, terminará por acabar con lo que queda de democracia en México.
BREVES DE LA GRILLA LOCAL:
— El desaparecido maestro Ildefonso Zorrilla Cuevas, le llamó el “descanso del guerrero”. En efecto, luego de una labor sistemática sin tregua por años, solicité permiso a esta casa editorial para ausentarme un par de semanas. Para los pocos que me leen, esta colaboración volverá el 16 de abril.
— Los viejos moldes priistas se vieron reflejados en la elección de la nueva titular de la DDHPO, Elizabeth Lara Rodríguez. La consigna y el dedazo; la simulación y la imposición. Por lo visto, el gobernador Salomón Jara está cediendo espacios a ciertos personajes. Ojalá no se les suban a las barbas para conservar sus pequeños cotos de poder. Consulte nuestra página: www.oaxpress.info y www.facebook.com/oaxpress.oficial Twitter: @nathanoax