Política: ¿Oficio, beneficio o confort?

Raúl NATHÁN PÉREZ

 1).- Beneficio personal, la divisa

Hace mucho tiempo la política fue un oficio de convicción; el arquetipo de los acuerdos, de la negociación y el pacto de caballeros. Del liderazgo, el carisma –condición indispensable para el político, según Max Weber- y de la razón. Cuando la política devino negocio, corrupción, beneficio personal, la vocación de trastocó en un instrumento; el camino más fácil de enriquecimiento; la vía fasttrack del hedonismo y la riqueza con el menor esfuerzo. En Oaxaca, querer hacer carrera política ya no es complemento de la experiencia, la capacidad o el liderazgo, sino una enfermedad; una locura; la enajenación pura. Hablando en términos llanos, aquí hasta el más torpe se siente político. Sólo vean bardas, letreros, espectaculares, leyendas en partes traseras de autobuses, etc. Se trata desimples amateurs, bisoños, oportunistas con coartada profesional, en un terreno fértil, en donde hasta el más calvo se hace trenzas o el más chimuelo masca clavos. Una caterva de ilusos, soñadores y aventureros, que sueñan en la política o los cargos de elección popular, como un instrumento de poder, de dinero, de cambio de estatus. La política como sinónimo de crecimiento en la escala social; de la billetera abultada; viejas; guaruras. El devenir de una dieta de tlayudas o “blanditas” al corte americano; de la memela al horsd´oeuvres y el cabernet sauvignon.

2).- La política como hobby u obsesión

“Sólo aquellos que no experimentan la tentación del pecado son completamente libres”, dice I. Berlin (Las ideas políticas en las era romántica, FCE, México, 2014, p. 109). Pero aquí padecer la fiebre de la política deviene herejía, apostasía. Es una afrenta a los buenos principios. El oficio se ha devaluado. En algunos casos es como una ruleta de feria pueblerina: el negro saca premio. Hay varios casos. El senador Adolfo Romero Lainas, por ejemplo. De la inopia saltó al escaño. Ni en sueños se imaginó llegar al Senado. ¿Han visto el amplio directorio de aspirantes a la diputación local? ¿Y a la presidencia municipal de la capital? En los diversos partidos, pero básicamente en el PRI, la mayoría presume padrinazgos: “ya me senté con Alejandro”, “ya me palomeó Manlio”, “me dijo Avilés que yo camine”, “ya estuve con Pepe”, etc. Una serie de tarugadas y balandronadas. El camino fácil: irse por el elevador y no por las escaleras; el político hecho en horno de microondas. La gravitación, el influyentismo, gozar del favor de los poderosos, en los que no se ha escatimado por ganarse su amistad. No lo que consideraba el Cardenal Mazarino: “deja a los demás la fama y la gloria, e intenta tú conseguir el verdadero poder”. (Breviario de los políticos, Acantilado, Barcelona, 2011, pp. 83-124).

3).- Senadores facciosos

El país haciéndose añicos y nuestros flamantes senadores del PRD, entrometiéndose en la vida política de los perredistas oaxaqueños. ¿Qué hay detrás de esta absurda intromisión, de estas amenazas, de este colonialismo político torpe del poblano Miguel Barbosa y correligionarios? Su obsesión ya huele mal; ha creado entre los oaxaqueños la convicción de que la izquierda no tiene remedio: fracturada, pulverizada, enconada. La sospecha de que “algo podrido huele en Dinamarca”, ha contaminado a la militancia local. ¿De dónde salió el perredismo genuino de Benjamín Robles, que omite su paso por el PRI –durante el gobierno de Víctor Manuel Tinoco Rubí en Michoacán, a donde quiso ser diputado local-; su brinco al Partido Convergencia y el movimiento ciudadano con el que llegó a Oaxaca en 2001 y con cuyos colores fue asimismo legislador local y su nuevo salto al PRD y sus coqueteos con AMLO, una vez cuajado el triunfo de la alternancia, cuyo operador René Bejarano, fue con el que Gabino Cué le compró casi la candidatura al Senado? Hay toda una historia de truculencias, complicidades y mentiras, que los senadores fingen desconocer.

BREVES DE LA GRILLA LOCAL:

— Sigue creciendo el mapa criminal en Oaxaca. Las ejecuciones a la orden del día. Al menos tres se dieron esta semana en los Valles Centrales. Pero en la perspectiva de las autoridades vamos viento en popa.

— ¿Será verdad que de seguir como está Alejandro Murat, rodeado de algunos indeseables, la mazorca de la militancia se irá desgranando poco a poco? ¿Qué no entienden algunos que flaco favor le hacen al cachorro al aparecer en todas las fotos, caras que el pueblo de plano ya no quiere ni ver?

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