Polarización política y familiar
POLÍTICA DE SUMA CERO
¿Cuál es la lectura del reciente nombramiento de GILBERTO RAMÍREZ PUGA, como Secretario Adjunto a la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI, mientras el hermano, HÉCTOR PABLO, que abjuró de su militancia priista, ahora busca el escaño del Senado de la República, apoyado por el PRD y a la sombra de la coalición “Por México al Frente”? Es simple. Exhibir que aún dentro de familias que anteriormente hacían votos de unidad, también hay diferencias políticas. Los hermanos visto entre sí como enemigos políticos y jugando en canchas diferentes.
Hay otro caso emblemático: los hermanos SALOMÓN y AMADOR JARA CRUZ, por ejemplo, desde hace mucho juegan en partidos diferentes. El primero, luego de que se benefició hasta el hartazgo del PRD, incluso fue senador por el mismo, empezó a ligarse con ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, de tal suerte que se convirtió en su hombre fuerte. Cuando SALOMÓN fue designado por el ex gobernador GABINO CUÉ, titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Forestal y Acuacultura (SEDAFPA), fue con la bendición de AMLO. Inclusive cuando los señalamientos de corrupción estaban a la orden del día y CUÉ se vio obligado a exigirle la renuncia. JARA CRUZ, siempre decía: “que se la pida a ANDRÉS MANUEL, no a mí”.
Hay entre SALOMÓN y AMADOR, se dice, diferencias irreconciliables. No son como hermanos, sino como enemigos. El último se ha mantenido en el PRD, manejando incluso lo que queda de la organización a la que pertenece: la Unión Campesina Democrática (UCD) y su afán de predominio le ha hecho distanciarse incluso de añejos correligionarios, como REY MORALES SÁNCHEZ, ahora en las filas de MORENA, igual que SALOMÓN JARA, que ha cuajado de nuevo, la candidatura al Senado, ahora por este partido. AMADOR ha utlizado su ascendiente sobre el perredismo y las tribus que aún se pelean los restos del PRD oaxaqueño, para maniobrar a favor de priistas que fueron apuntalados por dicho partido, para buscar cargos de elección popular: HÉCTOR PABLO RAMÍREZ PUGA, TEÓFILO MANUEL GARCÍA CORPUS y SAMUEL GURRIÓN MATÍAS.
La polarización política de estos tiempos electorales pues, también pega de lleno en la armonía familiar. Padres contra hijos; hermanos contra hermanos; tíos contra sobrinos, etc. La lucha por el poder y el dinero pues, no conoce ética ni moral. Por el contrario, cualquier vende a su madre por cuajar el puesto de elección popular que busca, sin importar pisotear los derechos o la lejana armonía familiar. (JPA)