Pescadores camaroneros de Oaxaca a la deriva
SALINA CRUZ, OAX.- En 1975, don Isauro Pérez, pescador camaronero da muestra que fueron los mejores años del auge que tuvo la pesca en Salina Cruz. “Había camarón hasta pa, tirar pa, arriba”, narró.
Durante muchos años fue dueño del barco Horizonte, que después entró al programa de retiro que implementó el Gobierno Federal de Vicente Fox a través de un fideicomiso por un millón 200 mil pesos.
Explicó que hace más de treinta años, la pesca era más activa. Con menos diésel, aceite, alimento para la tripulación y con 30 días en altamar se lograba una captura de siete a nueve toneladas de camarón U-10 y 12. Después de tres décadas “no queda nada de eso, si acaso, los pescadores capturan hasta cinco toneladas del crustáceo”.
Don Isauro, viejo pescador camaronero y con más de 60 años de edad, reconoció que el diésel es el punto más crítico para los armadores, al reconocer que tienen que estarle pidiendo a Pemex en cada temporada para poder zarpar, sin ese insumo, “ni para adelante, ni para atrás”.
Desde hace poco más de tres meses en que arrancó la temporada de captura de camarón en el puerto de Salina Cruz, la radiografía para los armadores es difícil e incluso no han logrado un repunte que tuvieron en la pasada temporada.
Reconoció que de diez años a la fecha la pesca se ha ido a pique como algunos barcos en la dársena del Muelle Pesquero, derivado de la falta de apoyos y otros por falta de avituallamiento por la quiebra en que están los socios o dueños.
Tan solo la flota la componían 70 embarcaciones, pero como un 20 por ciento entró en el programa de retiro voluntario. En la actualidad solamente 50 barcos son los que zarpaban a la captura del camarón en las costas de Oaxaca y Chiapas.
El sector pesquero ha pasado de ser la primera industria más importante en el Istmo y Oaxaca, a ser la más abandonada e incluso pocos son los propietarios de embarcaciones quienes han vendido los barcos por las deudas.
Aunque hay la resistencia para impedir que la industria desaparezca y se privatice lo que antes fue el Muelle Pesquero, esto sin duda tendrá graves repercusiones.
La preocupación principal para muchos armadores e incluso para el Centro Regional de Investigación Pesquera es que se estén exterminando las crías, porque no les permiten crecer para alcanzar el tamaño apropiado para su captura.