Politica de suma cero 

Pancho Mugre/Flavio Sosa: La disputa por la plaza

El enfrentamiento del pasado lunes, entre vecinos de la Colonia Vicente Guerrero y el Frente Popular “14 de junio”, que lideran FLAVIO SOSA VILLAVICENCIO y FRANCISCO MARTÍNEZ SÁNCHEZ, a) Pancho Mugre, respectivamente, con el saldo de decenas de vehículos y casas incendiadas, heridos y una persona fallecida, no es algo fortuito: es la lucha encarnizada de los poderes fácticos, encabezados por este par de ex presidiarios e incendiarios, para establecer ahí sus cotos de poder. En este afán, SOSA VILLAVICENCIO, el Nerón del 2006, se ha llevado entre los pies a la presidenta municipal de la Villa de Zaachila, MARISELA MARTÍNEZ CORONEL y al manejador y tititritero de ésta: RACIEL VALE, ahora promotor de MORENA y de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, en la entidad.

Es evidente que PANCHO MUGRE en su afán de consolidar su papel de golpeador del actual gobierno, no ha medido pelos ni tamaños: ha operado con un perfil altamente delictivo. Justamente por ello ha gozado de una impunidad insultante. Por su parte, FLAVIO SOSA, ha seguido animando la violencia en las comunidades que maneja a través de su organización: COMUNA. Y con absoluta impunidad se ha ido metiendo en todas partes en donde huele conflicto, para sacar raja económica y promoverse a sí mismo como interlocutor ante el gobierno. En San Raymundo Jalpan le falló el tiro. Hizo cuanto pudo para impulsar a LEODEGARIO MARTÍNEZ, como fracasado presidente municipal, hasta que desistió, no sin antes montar escenarios violentos, como el cerco al edificio legislativo o la supuesta expropiación de los terrenos aledaños.

Ambos sujetos está cortados por la misma tijera. Son verdaderos mercenarios y sicarios. Desde el 2006, SOSA VILLAVICENCIO se creó una imagen que le va a la perfección: acomodaticio, oportunista y demagogo. Es más, luego del asesinato de dos personas ligadas a él en los rumbos de Santa Lucía, se le vinculó con grupos criminales dedicados al trasiego de droga. No es pues, un luchador social como se asume él mismo, sino un farsante en toda la extensión de la palabra. Su relación con PANCHO MUGRE proviene justamente de ese año. Éste se dijo víctima “de la represión del Tirano de Antequera”, ULISES RUIZ, antes de formar parte del Frente Popular Revolucionario (FPR), de donde se escindió, cuando se dio cuenta que regentear taxis, moto taxis, comercio ambulante, exigir derecho de piso, operar con un perfil criminal y colaborar como sicario del gobierno, era lo suyo. Y ahí se quedó. (JPA)

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