Operación cicatriz y “Los generales”
Por lo visto la operación cicatriz ha iniciado con la reunión que sostuvieron ayer ALEJANDRO MURAT, precandidato único, con el senador EVIEL PÉREZ MAGAÑA, hasta la semana pasada, un fuerte aspirante a la gubernatura. Ambos aparecieron en una foto que se hizo viral, así como lo publicado por el tuxtepecano en su cuenta de twitter, en el sentido de que se une al proyecto de su partido. Si bien es cierto que no se hizo mucho ruido al respecto, la verdad es que la cordura ha llegado a ambos, bajo la premisa de que sólo unido el PRI puede recuperar la gubernatura y otros espacios que ha perdido.
Sin embargo, los medios mal llamados “nacionales” se han volcado en críticas a MURAT HINOJOSA. ¿El objetivo? Desacreditar su candidatura con un argumento superficial y realmente banal: el hijo de JOSÉ MURAT emulará a su padre de llegar a la gubernatura, como si los vicios o excesos se transmitieran de manera generacional. Otros, más acertados, critican a algunos que se han integrado a su equipo de trabajo y que traen el sello indiscutible del ex gobernador, con un razonamiento no del todo descabellado: son las mismas caras, sólo que más viejas, que se regodearon en el período de gobierno 1998-2004.
Al equipo joven que presuntamente rodea al precandidato priista, en cada acto público, en cada foto, en cada discurso, aparecen GERMÁN ESPINOSA SANTIBÁÑEZ, ALEJANDRO AVILÉS, SAULO CHÁVEZ ALVARADO y otros, cada uno con su parcela de responsabilidades y metiéndose zancadillas entre sí. Dichas caras distan mucho de ser el equipo joven que se dice acompañará el proyecto político de MURAT HINOJOSA. Lo grave es que cada uno de los citados se asume “general”, que ven de soslayo a la pelusa que se quiere acercar al precandidato. Otro de los que ya funge en una especie de asistente personal, es JOSÉ LUIS CALVO ZIGA, prácticamente palomeando a quién recibe o a quién no el aspirante a la gubernatura. Casi como un otorgante de favores y perdones.
Uno de los temas que tiene que remontar MURAT es su independencia y autonomía respecto a la figura paternal. En efecto, una mala imagen que haya tenido el ex gobernador es algo que no le compete. Nadie es responsable de los actos de otros, así sean familiares. Otro de los rubros que será necesario combatir de aquí a la elección de junio, es que esas caras viejas “que ya bailaron”, por prudencia o por estrategia, deben figurar lejos del aspirante. Flaco favor le hacen, estar asumiendo actitudes de soberbia, ésas que deplora el pueblo oaxaqueño. (JPA)