Nochixtlán: La mano negra de Maurilio

No nos hemos equivocado al decir que el affaire Nochixtlán, tiene el estigma propio de Ayotzinapa: ser un referente para extorsionar al gobierno federal, sumergir el asunto en la opacidad, sacarlo a relucir cuando se quiera presionar y tenerlo como un justificante de la movilización perpetua. Es decir, un burdo negocio de quien se dice presidenta del Comité de Víctimas, JUANA RAMÓN SOLÍS, miembro de la Comisión Política del Cártel-22 y el ajonjolí de todos los moles, MAURILIO SANTIAGO REYES, dirigente de la Comisión de Derechos Humanos y Asesoría a los Pueblos Indígenas (CEDHAPI), que pese a sus méritos académicos que presume en su currículum vitae, en el fondo es un vil extorsionador. El fin de semana pasado estuvo en la capital oaxaqueña, el Subsecretario de Derechos Humanos de la SEGOB, ROBERTO CAMPA CIFRIÁN, para negociar con las supuestas víctimas apoyos financieros -4.5 millones de pesos- ante la negativa de quienes mueven el conflicto, de permitir la entrada de los peritos de la PGR a Nochixtlán.

A poco de haberse suscitado el enfrentamiento –no fue otra cosa- entre la Policía Federal y la Policía Estatal, con maestros de la Sección 22 y grupos afines: COMUNA, de FLAVIO SOSA y ARMANDO CONTRERAS; MAIZ, de OMAR ESPARZA; el Frente Amplio de Lucha Popular (FALP), que dirige el diputado del PRD, JESÚS LÓPEZ RODRÍGUEZ y otros, que trajo consigo ocho muertos y centenas de heridos, de ambos lados, quienes se montaron sobre el asunto, principalmente la Sección 22 a través de JUANA RAMÓN –que junto con otro negociaba en lo oscurito con la SEGOB y LUIS ENRIQUE MIRANDA- se decretó una barrera para impedir que la verdad se sepa. Por ello, el famoso Comité de Víctimas exige los resultados de la investigación, para permitir los peritajes de la PGR.

Es más, durante la visita de CAMPA CIFRIÁN, el dirigente de la CEDHAPI, MAURLIO SANTIAGO, habló de “ejecuciones extrajudiciales”, lo que implica que ya se está tergiversando la realidad y se está llevando a otro escenario. Más aún, amenazó con presentarlo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en donde presume, se mueve como pez en el agua. No nos movemos pues de nuestra interpretación original: el caso Nochixtlán estará en el escenario –al que mucho contribuimos los medios al darles importancia- para seguir presionando al gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO; para presionar al que llegará pronto, el de ALEJANDRO MURAT HINOJOSA, y convertirlo en una veta inagotable de extorsión y chantaje, hasta que alguna autoridad devele la naturaleza exacta del enfrentamiento, en donde decenas de civiles e infiltrados dispararon en contra de las corporaciones policiales. Y MAURILIO es experto en armar estas trampas. (JPA)