Politica de suma cero 

Nancy Ortiz: Una designación “ad hoc”

POLÍTICA DE SUMA CERO

Sin ánimo de actuar con prejuicios o adelantar vísperas de algo que no conocemos, llamó la atención la semana pasada, la designación del virtual presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, de coordinadores (as) estatales de los Programas Sociales de la Presidencia de la República. Dicha acción se dio, casi a la par del anuncio de la descentralización de la administración pública federal y la desaparición de los famosos delegados. De los anuncios hechos recientemente, se desprende que los coordinadores (as) dependerán directamente de la Presidencia.

En Oaxaca fue designada NANCY ORTIZ CABRERA, quien continúa al frente de la presidencia estatal del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA). Como se advierte, sería quien mantendría prácticamente el control de la inversión y los recursos federales que se habrán de canalizar al estado. En pocas palabras, una especie de virreina o vice-gobernadora. De ello daría cuenta al ejecutivo federal, en este caso, AMLO. La pregunta es: ¿bajo qué criterios habrán de operar los coordinadores (as), sin que ello vulnere el Pacto Federal y de respeto a la soberanía de los estados de la República? Aún faltan al menos 4 meses y medio para saberlo.

Lo que llama la atención es que dichas designaciones –como en los peores tiempos del PRI- se estarían otorgando como pago a favores políticos. ORTIZ CABRERA –por lo que se sabe- no tiene un currículum brillante desde el punto de vista académico o laboral. En este sentido, el presidente LÓPEZ OBRADOR hace designaciones de manera autoritaria sin reparar en el perfil de sus nuevos y ungidos colaboradores. La omisión, la irresponsabilidad y el otorgamiento de atribuciones de manera apresurada, también es corrupción. No se trata de descalificar ni mucho menos desacreditar, sólo que cualquier cargo público en este nuevo entorno político, presume cierto profesionalismo no la improvisación.

La descentralización de la administración pública es un acierto del gobernante electo en la pasada contienda, cuyo inicio de funciones será el primero de diciembre, salvo que el costo podría ser equivalente a las economías que se pretenden con la reducción de la burocracia y los ajustes administrativos: 125 mil millones de pesos. Ojalá que en ello también se contemple la nueva figura de coordinadores (as), con las que se pretende crear una especie de nomenklatura, casi como la que se vivió en los tiempos del Soviet Supremo. (JPA)

 

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